lunes, agosto 28, 2006

Otro artículo de Marcos Aguinis

EL ODIO A ISRAEL Por Marcos Aguinis

En un reportaje a una nena árabe de tres años y medio le preguntaron si odiaba y dijo que sí, que odiaba a los judíos. ¿Por qué? Porque son monos y cerdos. ¿Quién lo dice? Lo dice el Corán.

Es verdad que el Corán lo dice, pero como todo libro religioso extenso, escrito en circunstancias históricas determinadas, exhibe expresiones contradictorias, algunas durísimas y otras más dulces que la miel. Igual sucede con la Biblia. Corresponde a los hombres interpretar esos textos y enfatizar sus contenidos nobles.

Un imam de Los Angeles, por ejemplo, ha llegado a decir algo impresionante: ¡el Corán es sionista! ¿Por qué? porque en una Sura afirma que Alá ordenó a Moisés que llevase a su pueblo hacia la Tierra Prometida; en otro versículo Alá ordenó a los israelitas no ceder esa tierra. Mahoma tuvo relaciones contradictorias con las tribus judías de Arabia, por momentos de fraternidad y por momentos de guerra, por eso las indicaciones opuestas.

Históricamente el odio a los judíos fue más intenso entre los cristianos que entre los musulmanes. Los cristianos acusaban a los judíos de ser “los asesinos de Dios”, los musulmanes sólo de haber enmendado la Biblia para que no figurase el anuncio de la llegada de Mahoma. Ambos son hechos deleznables, pero más horrible, desde luego, el primero.

Si pudieron “asesinar a Dios” –como se predicó durante centurias desde casi todos los púlpitos, por lo cual pidieron un vibrante perdón Juan XXIII y Juan Pablo II-, no los frenaría ningún crimen.

Se los acusó de envenenar los pozos cuando había una peste (y se carneaba entonces judíos con entusiasmo enérgico), se los acusó de utilizar la sangre de niños cristianos para amasar el pan de la Pascua (¡?) (y nació el delirante y repetido libelo del crimen ritual, que llevaba a renovadas y jubilosas matanzas), fue el Shylock voraz por una libra de carne humana, fue el judío pobre que se despreciaba por sucio y débil o fue el judío rico que se rapiñaba sin culpa, fue el personaje siniestro de Los Protocolos de los Sabios de Sión que redactó la policía secreta del Zar para estimular los pogroms, fue El Judío Internacional del resentido Henry Ford, fue el Mein Kampf de Hitler, donde prometía hacer lo que finalmente hizo ante la indiferencia de la civilización, fue Auschwitz.

El plan siniestro

El plan nazi de encerrar a todos los judíos mundo y exterminarlos como si fuesen cucarachas en base a un odio sedimentado durante siglos en Europa, casi tuvo un éxito total. En pocos años liquidó un tercio de ese pueblo gracias a la sistemática técnica industrial de la muerte. Ese plan recibió el apoyo del líder árabe de Palestina Haj Amin el-Husseini, gran mufti de Jerusalén.

Este clérigo fanático, que espoleaba a destruir las comunidades judías porque importaban costumbres “degeneradas” como la igualdad de la mujer, la apertura de teatros y orquestas, la edición masiva de libros, los ideales de la democracia y el socialismo, se ofreció a colaborar con “la solución final”. Viajó a Berlín por un largo período y prometió erradicar cada judío de Palestina y sus alrededores “con los métodos científicos del Tercer Reich”.

Planificó erigir otro Auschwitz en Nablus, sobre las colinas de Samaria. Su lema, difundido por radios nazis, fue: “Mata a los judíos dondequiera los encuentres, para agradar a Alá y la historia”. En sus Memorias confiesa: “Nuestra decisión fundamental era colaborar con Alemania para hacer desaparecer el último judío del mundo árabe.
Yo pedí a Hitler que me ayudase en forma explícita a resolver esta cuestión en base a nuestras aspiraciones raciales con los métodos innovadores puestos en marcha por Alemania. El me dijo: “Esos judíos son suyos”. Yasser Arafat lo citaba como “nuestro héroe”.

Los refugiados

Debemos tenerlo en cuenta, porque este héroe fascista cometió un grave error contra su propio pueblo. No sólo se negó a aceptar la Partición decidida por las Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947 para el nacimiento de un Estado Arabe y uno Judío que viviesen lado a lado y en fraterna colaboración, sino que tuvo una “idea genial” al estallar la guerra de la Independencia de Israel contra el Mandato británico y seis ejércitos árabes decidieron invadir el territorio para aplastar al flamante Estado.

Esa idea lo llevó a ordenar que sus hermanos abandonasen Palestina rápidamente para permitir que Siria, Irak, Líbano, Egipto, Arabia y Transjordania pudiesen empujar a los judíos, rápida y cómodamente al mar, donde serían ahogados. En los archivos del Foreign Office existen documentos sobre los judíos que detenían a columnas de fugitivos árabes palestinos y les pedían quedarse, porque la guerra no era contra ellos, pero estos pensaron que se trataba de una estrategia para usarlos de escudo y frenar el impulso de los invasores.

Más de la mitad de los árabes que abandonaron sus hogares “por unas semanas”, como prometía el Mufti, no vieron a un solo soldado judío. El odio árabe aumentó en forma sustantiva cuando fueron derrotados. No los había vencido una potencia colonial, sino una comunidad minúscula que ni siquiera contaba con un solo tanque ni un solo avión. Nadie les quería vender armas, porque no se vende nada a un cadáver inminente.

Los judíos -el pueblo más inerme del planeta, que acababa de ser humillado y reducido a escombros por los nazis, que no sabía defenderse de los pogroms centenarios, que fue expulsado de tantos sitios de forma grosera e impune, al que le cerraban los puertos incluso después del Holocausto-, pudieron triunfar. Era una insoportable herida al honor árabe y puso en marcha una febril venganza mediante la expulsión de casi todos los judíos residentes en países árabes. El sueño de Hitler de conseguir países Judenrein (limpio de judíos), fue un logro árabe.

Comunidades arraigadas desde hacía miles de años debieron partir de inmediato, con una mano delante y otra atrás. Los puertos de mundo no los dejaban entrar por “indeseables” y fueron al joven Estado de Israel que, pese a la desigual guerra, la falta de viviendas y alimentos, los acogió e integró.

Caldo de odio

Los refugiados árabes, en cambio, fueron aglutinados en campos eternos desde los cuales no podían salir, excepto en Jordania. Recibieron ayuda internacional multimillonaria y se conviertieron en el único caso de refugiados sin solución. Desde la primera Guerra Mundial en adelante no hubo dos, tres o diez millones de refugiados, sino cientos de millones.

Todos, absolutamente todos, consiguieron resolver su problema. La única excepción ha sido la de los refugiados árabes, cuyo número es parecido al de los refugiados judíos expulsados por los países árabes.

Como dijimos hace un momento, los judíos expulsados pudieron rehacer sus vidas en la pequeña Israel, pero los árabes fugitivos no la pudieron rehacer en medio de veinte Estados árabes con enormes extensiones y una obscena riqueza petrolera. Encerrados en campos ofensivos, su nutrición diaria fue el resentimiento exlusivo contra Israel. Su tragedia fue atribuida sólo a los judíos, no al error de haber violado la resolución de las Naciones Unidas en 1947 o haber acatado la orden del lunático Mufti.

En 1948, con el nacimiento de Israel, pudo haber nacido el Estado árabe palestino, se pudo evitar que hubisen refugiados árabes y más refugiados judíos. Por sobre todas las cosas, en la región se hubiera expandido la modernidad y prosperidad que sólo fogoneaba Israel.

Síntesis

En síntesis, el odio a los judíos (ahora dicen “los sionistas” o “Israel”, para disimular su antisemitismo), empieza con la acusación de haber distorsionado la Biblia y negarse a aceptar a Mahoma. Pero se incrementó en forma radical cuando se puso en marcha la reconstrucción del Estado Judío debido al shock que producía la fresca cultura moderna en el liderazgo reaccionario que prevalecía en la zona.

El odio tuvo un empuje adicional, como vimos, al ser derrotados varios ejércitos árabes por el pueblo más débil y despreciable de la historia. Por último, el odio se siguió cultivando desde los campos de refugiados, verdaderas cárceles sostenidas con la millonaria dádiva internacional dentro de los ricos Estados árabes, para mantener encerrados a los “hermanos” de Palestina y usarlos como peones políticos.

Esto no es una frase, sino una condenable realidad: cuando empezó la explotación petrolera intensiva en Libia y Kuwait, por ejemplo, sólo se permitía que fuesen hombres palestinos solos y que su familia permaneceira en los campos como rehén, para asegurar su regreso.

El odio contra los judíos e Israel es tan alienante que les impide discernir por dónde pasa el camino que los llevaría a la paz y la felicidad. Por eso Golda Meir pronunció su famosa reflexión: “Podemos perdonar a los árabes por asesinar a nuestros chicos. No podemos perdonarlos por forzarnos a matar los suyos. Sólo tendremos paz con los árabes cuando ellos quieran más a sus hijos de lo que nos odian a nosotros”.

Por desgracia, ahora es peor. Incluso algunas madres bendicen a sus hijos cuando se atan cinturones con explosivos para suicidarse en una operación criminal. Para llorar de espanto.

La narrativa embustera

Con la técnica del “miente, miente que algo queda”, los antisemitas buscan imponer la versión de que el Estado de Israel es un producto artificial del Holocausto y fue “creado” de la nada por las Naciones Unidas. Falso, basta leer la prensa de entonces.

La construcción del tercer Estado judío (los dos primeros están descriptos en la Biblia) empezó de forma intensa en el último cuarto del siglo XIX, cuando todavía era dueño del Medio Oriente el Imperio Otomano y no había nacionalismo árabe, surgido recién en Siria a principios del siglo XX. El territorio era un desierto, como lo atestiguan viajeros de la talla de Mark Twain o Pierre Loti.

El flamante movimiento sionista (movimiento de liberación nacional y social del pueblo judío) creó en 1903 el Keren Kayemeth Leisrael para reacaudar dinero con el cual comprar a los effendis árabes radicados en Beirut o Damasco sus pobres tierras palestinas y erigir los primeros kibutz en forma legal. También se usaba parte del dinero para una campaña frenética de forestación, la primera en la historia, que aún los Partidos ecologistas no se atreven a reconocer por miedo a la reacción árabe-musulmana.

El Imperio Turco miraba con sospecha estas actividades de crecimiento acelerado, máxime cuando Palestina era parte del marginal y pobrísimo Vilayato de Jerusalén. En 1909 nació Tel Aviv sobre dunas de arena. En la década del ´20 los pioneros judíos fundaron la Universidad Hebrea de Jerusalén, entre cuyos primeros gobernadores de honor figuraron Albert Einstein y Sigmund Freud.

También se creó la primera Orquesta Filarmónica del Medio Oriente, inaugurada por el director antifascista Arturo Toscanini. Surgió el famoso teatro Habima. Se estableció un Instituto de Ciencias en Rehovot, la Universidad Técnica en Haifa y la Escuela de Artes Bezalel en Jerusalén. Se multiplicaron los kibutz, las aldeas y las ciudades, se tendieron caminos, abrieron puertos y fundaron instituciones educativas.

Vastas extensiones desérticas se cubrieron con el manto esmeralda de los naranjales. Las colinas pedregosas y ardientes de Judea, devastadas por los dientes de las cabras y el abandono de siglos, empezaron a ser embellecidas por el color de los pinos. El pantano del extrema norte, Hula, generador de una epidemia sostenida de paludismo del que no se salvaba nadie, ni David Ben Gurión, fue desecado. La febril actividad judía inyectó a ese pequeño país más prosperidad del que existía en los grandes vecinos.

Y, sin embargo, aún no se había producido el Holocausto ni las Naciones Unidas tomaron cartas en el asunto, como afirma la narrativga embustera que pretende quitar legitimidad a Israel.

Ojitos de rata

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, el hombrecito de la sonrisa cínica y los ojitos de rata, envió una misiva de diez folios a Angela Merkel, canciller de Alemania que, luego de ser traducida, provocó un ataque de náuseas. Ella decidió no contestar.

El iraní pedía la obscena colaboración de Alemania para destruir a Israel y el judaísmo, autores de todos los males que aquejan al mundo. Los considera el mal absoluto, capaz de las peores atrocidades.

No debería sorprender la analogía entre los desfiles nazis y los desfiles de Hezbollah y el Hamás. Apelan a la hipnosis totalitaria de las masas y la exaltación del odio. Amenazan con sus armas y convocan a los niños. “La diferencia entre Israel y Occidente con nosotros –ha dicho el líder del Hezabollah- es que ellos aman la vida y nosotros la muerte”. Para que no haya equívocos, Nasrallah suele gritar: “¡Amo la muerte!”

Las SS usaban trajes negros y calaveras, también amaban la muerte y consiguieron su objetivo: 50 millones de cadáveres en Europa, además de la ruina total de Alemania. El ayatollah Rafsanjani lo ha confirmado: “Con nuestra bomba atómica mataremos los 5 millones de judíos de Israel, y aunque Israel pueda enviarnos bombas de respuesta, sólo mataría 15 millones de iraníes, cifra despreciable ante a los 1.300 millones de musulmanes que somos en el mundo”.

Los ojitos de rata y sus patrones de la teocracia fundamentalista islámica quieren asesinar, porque es su ideal superior. Empiezan con los judíos y seguirán con el resto, como lo hicieron sus maestros del Tercer Reich.

Por eso Khomeini mandó oleadas de niños iraníes a la muerte para desmoralizar a los tropas de Irak, por eso Hezbollah y Hamás lanzan sus cohetes desde zonas civiles, incluso escuelas y hospitales, para que la respuesta los asesine y puedan exhibirlos como prueba de la inclemencia israelí.

Los cobardes organismos internacionales no han repudiado a Hezbollah y Hamás por el crimen de usar escudos humanos, lo cual puede tener consecuencias horribles. Los medios de comunicación tampoco han mostrado desde donde disparan y son cómplices, por lo tanto, de falsificar la información. Debemos recordar que este retroceso ante el salvajismo no lo hará entrar en razones, sino que lo excitará.

Por qué tanta tirria

En los tiempos de la postmodernidad importa cada vez menos por dónde pasa lo bueno y por dónde lo malo. ¿Interesa, por ejemplo, que los jóvenes israelíes sueñen con ser inventores y científicos, mientras los jóvenes de Hezbollah y Hamás sueñen con ser mártires?

No, no interesa. ¿Interesa que en Israel no se enseñe a odiar a los árabes, que constituyen el 20 por ciento de su población y viven mejor que en cualquier otro país árabe, mientras entre los árabes son best seller Los protocolos de Sión y Mein Kampf, y en la TV egipcia se haya difundido una serie vomitiva donde los judíos extraían la sangre de niños árabes para sus bárbaros rituales? Tampoco interesa.

Lo único que interesa es que los árabes y palestinos parecen más débiles frente al poderío de Israel. La víctima es el débil, el poderoso el victimario, al margen de otras razones. De ahí que se permita cualquier cosa a los palestinos y otros árabes, y se condene cualquier respuesta de Israel.

Sin embargo, Israel es el país más vulnerable del planeta, rodeado por un mar de fundamentalistas, predicadores alucinados y dictadores que ansían barrerlo de mapa. Desde antes de su independencia fue acosado, no tanto por su carácter judío, sino por ser el afluente de la modernidad y el progreso, la democracia, el pluralismo, la tolerancia, la libertad de prensa, la justicia independiente, la alternancia del poder, los derechos humanos e individuales. Ganó premios Nobel en ciencias y literatura, inventó eficaces sistemas de irrigación, educó artistas eminentes, aportó descubrimientos a la biología.S

obre todo, está cansado de guerra. Ya son varias las generaciones de estoicos ciudadanos que defienden el país con una mano y trabajan con la otra. Israel siempre quiso ser Atenas y la obligaron a ser Esparta. Pero la absurda postmodernidad no lo tiene en cuenta.

¡Cuidado con la exportación del conflicto!

Hezbollah desea exportar el conflicto del Medio Oriente al resto del mundo. Ya lo hace en varios países de América Latina, donde sus comunidades árabe y judía han mantenido una ejemplar fraternidad. Quiere exacerbar el antisemitismo mediante el odio a Israel y explotar los lazos familiares y de afecto que tienen los judíos con ese país.

Hay que denunciarlo e impedirlo. No queremos que corra sangre entre los latinoamericanos por algo que tendrá que resolverse a miles de kilómetros de distancia. Cada comunidad es dueña de cultivar sus tradiciones y cultura o de manifestar sus adhesiones o dolor, pero de ninguna manera agredir a los demás ciudadanos.

El odio a Israel tiene como consecuencia inevitable el odio a los judíos, no nos engañemos. Basta leer la Carta de Hamás o las declaraciones de los líderes iraníes. O recordar los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA. Sería el más grosero de los bochornos que los argentinos dejemos a un lado el 17 de marzo de 1992 y el 18 de julio de 1994 para dar acogida a quienes los perpetraron, cometiendo los primeros ataques terrorista-suicidas en América contra decenas de civiles inocentes.

En consecuencia: ¡No a la exportación del conflicto¡ ¡No al odio!

Fuente: Marcos Aguinis
Destacado escritor,conferencista, periodista y Profesor argentino

miércoles, agosto 23, 2006

Una imagen clarísima

Periodistas secuestrados

http://www.lanacion.com.ar/exterior/nota.asp?nota_id=833961&origen=relacionadas

Este tipo de cosas pasan seguido, pero a nadie le importa... Nadie habla de violaciones a los derechos humanos por parte de estos fanáticos, pero sí de Israel.

El mundo al revés

Parece increíble pero es real.
Lamentablemente en la Argentina de hoy se ven estas imágenes y se escucha a los periodistas decirle a la gente de bien que no se acerque al lugar.
Se me revuelve el estómago.
Estas personas gozan del total apoyo del gobierno y de la policía. Parece mentira que hombres armados con palos y los rostros cubiertos puedan cortar el tránsito en forma amenazante para impedir que otras personas se manifiesten en contra del terrorismo. ¡¡¡Nadie los frena!!!
¡Es el mundo al revés! Da miedo, da asco, da pena. Argentina retrocede...

http://www.clarin.com/diario/2006/08/23/um/m-01257890.htm

lunes, agosto 21, 2006

Discurso contra el terrorismo y a favor de la paz

Acto convocado por la Comunidad Judía en Argentina bajo el lema
POR ISRAEL -CONTRA EL TERRORISMO -A FAVOR DE LA PAZ.
El acto se realizó en presencia de unas 3000 personas, convocadas en el lugar donde fuera sede la Embajada de Israel , la que sufrió el atentado por parte de Hezbollah en 1992.
A continuación el discurso de la segunda oradora, en representacion de la Juventud Judía Organizada:

14 de agosto de 2006.

A casi 30 días de comenzada la guerra entre el Estado de Israel y el grupo terrorista Hezbollah, con base en el territorio del Líbano, los jóvenes judíos nos vemos obligados a decirle al conjunto de lasociedad argentina que estamos SUMAMENTE PREOCUPADOS, ESPECIALMENTE CANSADOS, Y EXTREMADAMENTE ASQUEADOS de ver y escuchar en nuestro país voces que tergiversan por ignorancia - y habitualmente con clara intencionalidadpolítica - las causas de este capítulo del conflicto en Medio Oriente.

Mucho de lo que se dice y se hace, alimenta de manera creciente el odio y elantisemitismo, que no solo afecta a Israel como nación, sino que afecta demanera peligrosa nuestra identidad e integridad como judíos y argentinos, utilizando MENTIRAS, ALTERANDO HECHOS HISTORICOS DOCUMENTADOS, YRESIGNIFICANDO CONCEPTOS con comparaciones inaceptables, intolerantes, y absolutamente carentes de rigurosidad científica.

Israel nació hace casi 60 años producto de una decisión legal y absolutamente legítima de la ONU. Desde que declara su independencia, no fuemás que invadida y guerreada por todos y cada uno de los países árabes quela rodean.

Con el tiempo, los diferentes escenarios de guerra obligaron a Israel a devolver los golpes ingresando en territorios que jamás quiso ocupar, pero desde los cuales era atacado y bombardeado sistemáticamente.

Cada vez que la otra parte, demostró que estaba dispuesta a abandonar la violencia, Israel devolvió esos territorios. Territorios que en el escenariobeligerante anterior, le garantizaban su integridad como nación. A NINGUNESTADO PUEDE PEDIRSELE QUE SE SUICIDE y no responda a las agresiones a las que se lo somete, solo para contentar a quienes creen que respetar elderecho internacional significa no pasar fronteras ajenas, y que estederecho es más importante que el derecho a la vida y a la seguridad de sus habitantes.

Hace casi 6 años, cuando Israel creyó poder garantizar la seguridad de sus ciudadanos, abandonó por completo el sur del Líbano para normalizar las fronteras. Con la verificación y conformidad de la O.N.U Israel se retiró detrás de la línea azul, es decir, detrás de sus fronteras internacionales,para ser aún más claro, NO OCUPA NI UN SOLO CENTIMETRO DE TERRITORIO LIBANES, según las Naciones Unidas.

Pero los ataques misilísticos de Hezbollah continuaron ininterrumpidamente durante estos años, y sin ningún argumento legítimo, sin ninguna causajusta, el grupo terrorista Hezbollah SECUESTRO Y ASESINO a ciudadanosisraelíes que cumplían funciones como soldados en la frontera. El gobierno soberano del Líbano declaró en su momento desconocer estas acciones y sedesligó del accionar de Hezbollah.
Estos son los hechos, ahora podemos realizar las interpretaciones.

Intelectuales progresistas, agrupaciones de izquierda, piqueteros, académicos de prestigio internacional, periodistas e importantes medios decomunicación, con UNA ASOMBROSA Y VERGONZOSA rigurosidad científica y con un pobrísimo nivel de objetividad profesional, dijeron cosas como estas: "Israel es un estado genocida porque mata inocentes", "Israel es un estado terrorista", "Israel es como Hitler".

Señores, por favor, busquen la palabra genocidio en el diccionario, abran algún libro sobre el holocausto, sobre la masacre armenia, lo que sucedió en Kosovo, o lo que ocurrió en Ruanda.

Comparar un asesinato sistemático y premeditado para eliminar un grupoétnico o nación, con las muertes que se producen como consecuencia de un acto de defensa, ES INACEPTABLE. Comparar un 1.500.000, y 6.000.000 dejudíos, con las víctimas no deseadas por Israel, a quienes avisa que seretiren de los edificios donde Hezbollah planta sus lanzacohetes, es INTELECTUALMENTE INSOPORTABLE Y ROZA LO ANTISEMITA CONTOTAL IMPUNIDAD.

Diferentes representantes del Líbano, embajadores y diplomáticos, se empeñanen decir que ellos no tienen nada que ver con los ataques del Hezbollah que salen de su territorio y que matan civiles israelíes, porque no son nirepresentan al Líbano.

¿ACASO NO ESTA CLARO SEÑORES ACADEMICOS E INTELECTUALES, QUE UN PARTIDOPOLITICO CON RESPONSABILIDAD DE GOBIERNO, NO PUEDE TENER AL MISMO TIEMPO UN GRUPO ARMADO FUERA DEL EJ?RCITO REGULAR, Y DISPARAR BOMBAS A UN TERCER PAIS,FINANCIADAS POR UN CUARTO, SIN QUE ESO SEA CONSIDERADO UN ACTO DE GUERRA?

Según un dudoso Sheik que aparece últimamente por la televisión: "Israel tiene sed de sangre, muerte y destrucción", "Israel no es un país democrático porque no tiene constitución".

Señor Sheik dudoso, ¿Hace falta explicarle que la democracia y elconstitucionalismo son dos cosas distintas? ¿Como puede decir estas burradassin ponerse colorado? Los que hablan de democracia y tolerancia deberíansaber que en Israel un árabe puede postularse al parlamento y convertirse en diputado, formar parte de la coalición de gobierno y si obtiene los votossuficientes convertirse en primer ministro. De hecho en el parlamento de 120miembros, 10 son árabes, casi el 10% de la cámara ¿Puede un judío hacer lo mismo en cualquier país árabe?

ESTAMOS CANSADOS, de leer columnas periodísticas de personas que apreciamos ideológica y personalmente, tanto por su lucha como por su militancia porlos derechos humanos, pero que sin sonrojarse escriben opinando sobre la condición moral del Estado de Israel remontándose a las enseñanzas que dejóel Holocausto. Les preguntamos: ¿Que es lo que tiene que aprender Israel? ¿Adejarse matar? ¿A aguantarse que exploten micros, bares, cohetes en sus calles? ¿Cuál es ese principio moral que sostienen para decirles a losisraelíes que no deben defenderse con todas sus fuerzas? ¿Qué principiomoral reivindican para decirles que deben poner la otra mejilla cada vez que los vuelan por los aires?

Aun a costa de cometer errores, Israel se empeña en no matar civiles, losterroristas en cambio, se empeñan en lo contrario.

El gran diario argentino (Lease Clarín) sistemáticamente pone fotos, notas, adjetiva y entrecomilla palabras con el claro objetivo de inclinar la balanza, y hacerquedar a Israel como el responsable de toda esta tragedia. Les pregunto alos editores de ese diario: ¿Como hubiesen titulado en la 2º Guerra Mundial el ataque aliado al régimen Nazi? Nos imaginamos cosas como: ¡Los aliados masacran alemanes inocentes en Berlín!!, !¡Horror, los aliados bombardean poblado civil en Munich!!!

No tenemos ninguna duda que allí pueden haber muerto civiles inocentes, incluso niños, y hombres que no apoyaban al régimen Nazi. ¿Suponen quealguien festeja eso? ¿Pero acaso es responsabilidad de Israel que losterroristas se refugien cobardemente entre la población, y utilicen de escudos humanos a ciudadanos libaneses, cuando deberían dar la cara como lohace el ejercito israelí?

En Argentina explotaron 2 bombas, hubieron muertos, hubieron cómpliceslocales, pero sobre todo, hubieron terroristas. Todo indica que Hezbollah es el autor material e intelectual de los atentados, apoyado y financiado porIrán. ¿Señores piqueteros cómo se pueden permitir salir con total impunidadpor las calles de Buenos Aires desfilando con banderas y símbolos de un grupo terrorista que asesinó a argentinos y a nadie se le mueva un pelo?

Hacemos enteramente responsables a los dirigentes, e intelectuales deizquierda, a los piqueteros, a los medios de comunicación cuya objetividad en este conflicto es mas que dudosa, de GENERAR UN CLIMA QUE PONE EN PELIGRO LA CONVIVENCIA PACIFICA entre los argentinos de diferentes credos eideologías, y que deliberadamente ubica a Israel y a los judíos en el lugar de victimarios y a Hezbollah en el lugar de las víctimas llamándolos"héroes", "luchadores de la libertad" y mentiras de esa calaña. De pasocalifican a Israel de Estado genocida.

Ahora resulta que manifestarse a favor de la paz es manifestarse contra Israel y a favor del Hezbollah. Les pedimos a los militantes de esta nuevamoda que al menos se ABSTENGAN DE PORTAR BANDERAS Y SIMBOLOS de laagrupación terrorista responsable de las masacres de la AMIA y la Embajada de Israel. Nada más y nada menos que frente a la Embajada de Israel.

¿Por que no se pasean también con una esvástica delante de la casa denuestros abuelos sobrevivientes y víctimas de los nazis así la hacen completa? ROZAN LA APOLOGÍA DEL DELITO Y ESTO DEBERÍA SER MARCADO POR LA JUSTICIA.

Llamamos a nuestros hermanos musulmanes y libaneses de buena fe, a perder elmiedo a las represalias y no callarse más frente a tanto odio injustificado.

Ustedes saben que Israel se esta defendiendo y que tiene derecho a hacerlo,ustedes saben que Israel quiere la paz y esta dispuesto a llegar a ella,pero les pedimos, que así como Israel arresta y aborrece a sus propios asesinos, como el que mato a Itzjak Rabin, quien paga una condena enprisión, ustedes digan abiertamente que ABORRECEN Y CENSURAN cualquieracción terrorista del fundamentalismo islámico en Israel y en el mundo.

LES PEDIMOS, que no comulguen con algunos referentes de su comunidad, quedía a día aparecen en los medios de comunicación incitando al odio y lavenganza infundada con palabras que nos CONGELAN LA PIEL. Porque defienden y enaltecen a Hezbollah, autor intelectual y material de los atentadosterroristas de la Argentina, como si se tratase de una asociación debeneficencia. SON TERRORISTAS, ASESINOS, Y LOS RESPONSABLES DE ESTA GUERRA. NO SE CONFUNDAN. NO CONFUNDAN A LA OPINION PUBLICA.

Si defienden a los terroristas, si confunden defensa con ataque, si mezclangenocidio con legitima defensa, si confunden ideología política y afinidadcon la causa árabe con odio hacia Israel, si no saben distinguir entre una democracia que se defiende y una agrupación terrorista de un Estado sincontrol de su propio territorio, si no comprenden la diferencia entrevictimas no deseadas de una guerra no querida, con asesinatos premeditados, entonces, NOS ENCONTRARAN FRENTE A USTEDES.

Cuando quieran reconstruir el Líbano y a sus autoridades legítimamenteconstituidas, destruyendo al grupo terrorista Hezbollah, y expulsando losintereses guerreros de Irán y Siria en su país. Cuando quieran declarar la independencia de Palestina y desarrollar su país. Cuando desean hablar depaz, NOS ENCONTRARAN CON USTEDES.

No confundan sus enemigos, no es el Estado de Israel, ni lo son los judíos. Sus enemigos Y LOS NUESTROS, son los fanáticos fundamentalistas que prefieren reclutar a sus hijos para que se exploten por los aires, en vez deasegurarles un futuro digno en sus propios países.

Sus enemigos Y LOS NUESTROS son los que utilizan el dinero que envía elmundo para construir sus naciones, en cuentas personales o para comprararmas. Cuando quieran hablar de paz, estaremos con ustedes, pero antes debendecirle a sus fanáticos que se hagan a un lado, PORQUE YA PROBARON SU INEFICACIA PARA RESOLVER ESTE CONFLICTO.

A partir de hoy con la resolución que aprobó recientemente el Consejo deSeguridad de la ONU, se abre una esperanza de paz allí en medio oriente.Pero en nuestro país, se han dicho y escrito una serie de cosas que son IRREMONTABLES E INACEPTABLES. La sociedad argentina no debe consentir quelas posiciones políticas en contra de una guerra, caigan en el extremismo,el antisemitismo, y la defensa de una agrupación terrorista internacional, ESO ES INTOLERABLE Y NO LO VAMOS A PERMITIR.

La paz es producto del diálogo, no de las bombas, apoyamos la pazincondicional para medio oriente, pero para esto el mundo debe exigirle alos violentos que cesen en su estrategia terrorista. SOLO ASI SERA UNA PAZ DURADERA.

Las personas más hipócritas sobre la Tierra

Por E. MICHAEL BĖ
Periodista Cristiano-Libanes, Beirut 30-07-06

Los politicos, los periodistas, y los intelectuales del Libano recibieron estos dias el shock de su vida. Ellos sabian muy bien que Hizbolla habia levantado un pais dentro del nuestro. Un pais que incluye ministerios e instituciones paralelas, en duplicidad con las del Libano. Lo que no sabian – y estan descubriendo gracias a esta guerra – (cosa que los paraliza, por la sorpresa y el miedo), es el tamaño de la autodestruccion.

De facto, nuestro pais paso a ser un apendice de Iran y nuestras fuerzas politicas, pasaron a ser y actuan como un escudo politico y militar, de los islamistas de Teheran. De repente, descubrimos que Teheran almacena mas de 12000 cohetes y misiles de todo tipo y tamaño, y todo esto, en nuestro territorio, y que organizaron con paciencia y metodicamente una fuerza complementaria que, con la ayuda de Siria, toma el control, mas y mas, dia a dia, del Libano.

Imaginen Uds.que almacenamos misiles tierra-tierra en nuestro territorio, misiles Zilzal que, su disparo, puede provocar, sin que lo sepamos, una contienda estrategica zonal que puede llevar a la destruccion del Libano.

Sabemos que Iran, por intermedio de Hizbolla, construyo una “linea Maginot” real en el sur, pero, solamente por las fotos de Marun-Al-Ras y Bint-G’abil podemos descubrir la extension y tamaño de los trabajos que nos permiten llegar a entender varias cosas al mismo tiempo:

Que no nosotros regimos nuestro destino, y que no disponemos de los medios para cambiar la situacion. Entendimos tambien que, aquellos que hicieron de nuestro pais una base adelantada de su lucha doctrinaria islamica contra Israel, no tienen ninguna intencion de renunciar por voluntad propia a sus actos. Falta de decision, cobardia, disputas internas y falta de responsabilidad caracterizaron a nuestros dirigentes, y por ello, no fueron capaces de enfrentarse a fuerzas politicas ajenas al pais de los cedros.

Nuestro ejercito, por supuesto cambio mucho con los años de ocupacion Siria. No fue capaz de cumplir con su deber de defender a la nacion, y menos aun fue capaz de enfrentarse a las milicias de Hizbolla. Nuestro ejercito es una fuerza que depende de sus patrones extranjeros y no hay sobre estos control alguno. Por ejemplo, coopero con los Iranies cuando les permitio a estos utilizar los radares del ejercito ubicados a orillas del mar para disparar misiles contra naves israelies, uno de los cuales casi hunde a una cañonera israeli, frente a Beirut. Ministros del gobierno, que no pertenecen a Hizbolla, no tenian idea siquiera que existian misiles tierra-mar, en territorio libanes. Esto le costo al Libano la destruccion completa y justificada de todos los radares costeros por parte de la aviacion judia.

Con todo, nos salio barata esta complicacion, y ahora nosotros lloramos y jugamos hipocritamente el papel de victimas. Sabemos quejarnos y alegar que nunca somos responsables de las atrocidades que ocurren, en espacios de tiempo fijos, en nuestro territorio.
La resolucion 1559 del Consejo de Seguridad, que exige de nuestro gobierno emplazar nuestro ejercito en nuestro territorio soberano, a lo largo de nuestra frontera internacional con Israel y exige el desarme de las milicias que se encuentran en nuestro territorio, data del 02-09-2004.

Tuvimos dos años de tiempo para cumplir con la resolucion y asegurar un futuro de paz para nuestros hijos y no hicimos absolutamente nada para implementarla. Y este es el mayor error de los insignificantes politicos libaneses y de nadie mas!.

Tambien despues de la retirada del invasor Sirio, nuestro gobierno permitio que barcos y camiones cargados de armamento descargaran su contenido en nuestro territorio, sin preocuparse por lo que descargaban.

El gobierno hipoteco la posibilidad de rehabilitacion de nuestro pais cuando transformo la “primavera de Beirut” en la “liberacion de Beirut”. De facto recibimos entonces la oportunidad, con clemencia no esperada, de tomar el futuro en nuestras manos, y no la aprovechamos.

Hoy podemos certeramente decir que no fuimos capaces de llegar a un acuerdo para alejar a Emil Lajud, el titere de Asad, que aun es el presidente de aquellos que insisten en llamar “nuestra republica”. No hay que buscar demasiado lejos, somos lo que somos, o sea, no demasiado....

Todas las personas con responsabilidad politica y de los medios de comunicación, en nuestro pais, son los responsables del desastre, menos aquellos colegas mios, periodistas y editores, que murieron asesinados por los vendepatrias sirios, por haber sido menos cobardes que aquellos que sobrevivieron. Y Lajud, siguio con su trabajo en el palacio presidencial.

Y cuando hablo de desastre, no me refiero al ataque israeli en respuesta al ataque a sus ciudadanos y soldados, que fueron realizados desde nuestro territorio, y que no hicimos nada para evitarlo, y, por lo tanto somos responsables del mismo. Todo intento de soslayar esta responsabilidad (la mayoria de los lectores no conoce los terminos juridicos del derecho internacional para entender esto), significa que el Libano, como pais, no existe.

La hipocresia continua, hasta varios periodistas del honorable periodico L’Orient-L’Jour , ponen en paralelo, el salvajismo de Hizbolla con Israel. Es una vergüenza y una falta de honestidad periodistica. Y donde estamos nosotros, los ciudadanos, dentro de esta historia? Somos las victimas inocentes de las ansias de poder de otros.

Los politicos apoyan esta aventura, o callan. Y aquellos que, esperanzados, esperabamos que hablaran para salvar nuestra imagen, tambien callan como todos los demas. Y me refiero especificamente al general Aoun, que podria haber hablado y dicho la verdad. Hasta su enemigo politico, Wallid Jumbalat, el lider druso, se mostro menos ambiguo: “ ¿Victima?, ¿El Libano?, que buen chiste!!”.

Antes del ataque israeli, el Libano ya habia dejado de existir. Era solo un holograma. En Beirut, a los ciudadanos ingenuos como yo, se les prohibio la entrada a determinadas zonas de nuestra ciudad capital. Y no solo a nosotros, tampoco nuestra policia, nuestro ejercito y nuestros jueces se cuentan entre aquellos que no podian entrar. Por ejemplo, la zona del cuartel general de Hizbolla y Siria, en el barrio de Jarat-Jaraik, un cuadrado de un kilometro por lado, capital dentro de otra capital, custodiada permanentemente por las tropas de Jurieh. En su perimetro, instituciones propias, colegios, jardines de infantes, juzgados, estacion de radio, television y… su propio gobierno.
Gobierno que decidio, por si mismo, (en lugar del gobierno libanes, donde Hizbolla tambien tiene representantes), atacar a un pais vecino con el cual Libano no tiene ningun conflicto sustancial o establecido, y hundirnos en un conflicto sangriento.

Y, si atacar un pais soberano en su territorio, asesinar a ocho de sus soldados, secuestrar a dos de ellos, y, paralelamente lanzar misiles a nueve ciudades, no son suficientes argumentos para declarar la guerra (Casus Belli), entonces hay que hacer una revision general de este concepto fundamental del derecho internacional.

Y aquí estan, los politicos venales, casi todos, incluidos dirigentes civiles y religiosos Shiitas, bendiciendo cada bomba que cae de un F-16 israeli, para hacer disminuir el insulto que, sobre nuestra soberania es la presencia de Jarat Jareik en pleno corazon de Beirut.

Sin los israelies, que es lo que tendriamos que hacer para recibir una nueva oportunidad (oportunidad que no merecemos) para reconstruir nuestro pais?

Todo bastion Irani-Sirio que Jerusalen destruye, todo combatiente islamico eliminado, le permite relativamente al Libano pararse sobre sus pies nuevamente, como en el ‘82. Observamos, atemorizados y abatidos a la victima heroica, que nos permite un rayo de esperanza de no ser devorados en las entrañas de la tierra.

Como si estuvieramos preocupados, en el sur del Libano, por las pasadas tormentas de nieve, dejamos que extranjeros se apoderaran de nuestros privilegios, sin tener las fuerzas para recuperar nuestra independencia y nuestra soberania.

Y, si al finalizar la guerra, el ejercito libanes recuperara el control territotial y nos liberaremos del pais dentro de nuestro pais, que asfixia a nuestra capital, esto sera solamente gracias al ejercito de Israel, Tzahal.
Esto lo saben muy bien, todos los politicos cobardes, desde el tramposo Fuad Seniora, Saad Hariri, hijo del saqueador del Libano, hasta el general Hon-el recto.

Y presten atencion!!!

Con respecto a la destruccion realizada por el ejercito israeli…otro ejemplo del fraude: miren bien los mapas. Pueden ver en ellos, las partes de Beirut destruidas por la aviacion israeli. Se trata de Jarat-Jaraik-especificamente- y el barrio de los dirigentes de Hizbolla, al sur de la ciudad llamado Dajia. Aparte de estas dos zonas, Tzahal bombardeo: el edificio de nueve pisos de la comandancia de Hizbolla en el centro de Beirut (este edificio era el bastion de Nassrallah en el centro de la ciudad, y su forma de demostrar su presencia y dominio en la ciudad), un deposito de armamento sirio en el puerto, dos estaciones de radio del ejercito, cuyos oficiales Shiitas pusieron al servicio de Hizbolla, y un camion que, supuestamente transportaba municiones en el barrio cristiano de Ashrafia.

Aparte de esto, fueron destruidos caminos de acceso y parte del aeropuerto de Beirut utilizado para el transporte de armamento y municiones.

Al margen de esto, Tzahal no toco ni destruyo nada mas en la ciudad. Y todos aquellos que gritan por la destruccion de Beirut son, o mentirosos o Iranies, o antisemitas, o no estuvieron en la ciudad. Hasta se puede ver que las casas, separadas solamente por la calle de las zonas mencionadas no sufrieron ni siquiera un rasguño.

Cuando se mira el trabajo realizado por la aviacion, puede llegar a entenderse el concepto de “operación quirurgica” y podemos asombrarnos de la destreza de los pilotos israelies.
El barrio destruido es dondevivian los dirigentes y acomodados del movimiento terrorista Hizbolla.

Beirut, todo el resto de Beirut, 95% de Beirut, vive y respira mejor que hace dos semanas. Todo aquel que nada tiene que ver con el terror, sabe que nada tiene que temer de los aviones israelies, al contrario. Por ejemplo, ayer fui a cenar a un restaurante, que estaba repleto y tuve que esperar hasta las 21.30 Hs para encontrar una mesa. La gente esta tranquila, sonrie, pero no hay ningun periodista que filme esto. Raro no? A esto llaman destruccion de Beirut.

Por supuesto, hay 500.000 refugiados del sur que viven una verdadera tragedia y ellos no sonrien, pero J’an tzadik de Kfar Quila, asegura que casi todas las casas estan enteras y podran volver a ellas, cuando Hizbolla salga de ellas.

La derrota de los extremistas Shiitas que responden a Iran, es casi segura. Los reportes que publico la gente de Nassrallah y la Cruz Roja libanesa son mentiras: de los 400 muertos “oficiales” en el Libano, solo 150 son civiles, y el resto son milicianos sin uniforme al servicio de Iran. El reportaje fotografico de nuestro corresponsal Stephan Yoffe “Los civiles dentro de los reportes libaneses” para nuestra agencia, nos presenta una demostracion inigualable de informacion enferma y prefabricada, y esto es lo que le da a este reportaje su importancia.

La organizacion de Nassrallah, no perdio 200 de sus combatientes, como indico Tzahal. Este numero se refiere a los combates que tuvieron lugar cerca de la frontera sur, y tambien este numero fue reducido por las fuerzas israelies (no se porque), en otros 100 combatientes. El total de perdidas de Hizbolla, en las bases de lanzamiento de misiles y en los depositos de armamento y municiones (en Beirut, La Bikaa y Baalbek) alcanza la cifra de 1100 hombres mas, que ya dejaron de aterrorizar y humillar a nuestro pais.

Como la mayoria de los libaneses, rezo para que nadie detenga el ataque israeli hasta que estos terminen con los terroristas. Rezo para que los soldados judios entren en cada rincon del sur del Libano y expulsen, en lugar que lo hagamos nosotros, a todos los gusanos escondidos alli.

Como la mayoria de los libaneses, puse una botella de champania en la heladera esperando el triunfo de los israelies.

Recuerdo el dicho de Michel Sardo “Ellos luchan tambien por mi libertad, en un nuevo combate, en el cual, tu no estabas!”.

Y en nombre de mi pueblo, quiero expresar mi agradecimiento perenne a los familiares de las victimas israelies, tanto civiles como militares, cuyos seres queridos cayeron para que yo tambien pueda vivir con mi propia identidad. Que sepan que yo, lloro con ellos.
Y con respecto a la banda de miserables que florece en mi pais, llego la hora de que entiendan, de que, despues de esta guerra, despues que nuestros aliados naturales nos liberen de aquellos que impiden que reconstruyamos nuestro pais, un alto el fuego no sera suficiente.

Para segurar el futuro del Libano, ellos deben entender que llego la hora de firmar la paz con aquellos con los cuales no tenemos ningun motivo para luchar. Solamente la paz puede prometer paz. Alguien debe explicarles, que en este pais aun no aprendieron que es la verdadera paz.

Traducido del frances por Eleazar Sheffer.

Entrevista a Pilar Rahola (Diario "La República"de Uruguay)

ENTREVISTA: PILAR RAHOLA, EX DIPUTADA DE LA IZQUIERDA CATALANA Y EX VICEALCALDESA

La ideología totalitaria y fascista está secuestrando el alma islámica y matando gente en el mundoUn día le dijo al Rey Juan Carlos ciudadano y España se conmocionó. Es de izquierda, su tío abuelo fue el primer fusilado de la dictadura de Franco. Fue diputada de la izquierda republicana catalana y vicealcaldesa de Barcelona. Es feminista y está en contra de las corridas de toros. Tiene tres hijos, dos adoptados en Etiopía y Siberia, es escritora y tiene su columna en El País de Madrid. Se llama Pilar Rahola y no criminaliza a Israel. No es antiamericana aunque no le gusten las políticas de Bush. Acusa a la izquierda que traiciona la libertad en cualquier lugar del mundo. Hace una furibunda crítica a la izquierda que sale a las calles a apoyar las dictaduras fascistas islámicas y a los oligarcas petroleros que financian el terrorismo que va matando por el mundo. Y por sobre todo, defiende la democracia y la libertad, sostuvo en una entrevista con LA REPUBLICA.
JOSE LUIS MARTINEZ
"Esta no es la guerra de Israel con Palestina. Es la guerra con Irán, Siria y con un montón de oligarcas del petróleo que financian al terrorismo". "Yo no estoy en contra de los musulmanes, estoy en contra de los líderesreligiosos que en nombre de Alá matan".

--Tradicionalmente ­producto entre otras cosas de la Guerra Fría-- la izquierda se ha alineado con el mundo árabe en contra de Israel y de su aliado, Estados Unidos. Incluso hoy, la mayor parte de la izquierda en Latinoamérica ha salido a las calles a repudiar a Israel tras su respuesta a Hezbolá. ¿Por qué, una mujer de izquierda defiende a Israel?

--No soy judía, soy de izquierda. Soy periodista y no criminalizo a Israel. No me vuelvo loca pegándole a Bush ­aunque Bush no me guste-- o sea, no soy antiamericana, aunque pueda ser crítica con la política americana, como lo puedo ser con la política española. No soy antiamericana en el sentido patológico que plantea alguna izquierda. Ser antiamericana y antiisraelí es políticamente correcto. Dividir al mundo entre buenos y malos como en la Guerra Fría es una barbaridad, es no ver la realidad. Si soy --en el tema islámico-- furibundamente crítica con el totalitarismo islámico que va hoy matando por el mundo.

--¿Por qué?

--Porque no solo vengo de un partido de izquierda, soy de izquierdas. Y la izquierda entendida como esa ideología que quiere mejorar la vida de la gente tiene que basarse en la carta de Derechos Humanos, o no sirve.

Yo fui de una izquierda que nunca se enamoró de Stalin, siempre tuvo claro que fue un tirano. Nunca se enamoró de Pol Pot y nunca se enamoró de Castro, salvo en algún momento cuando éramos universitarios, pero no mucho. Siempre tuve claro que en nombre de la libertad, de la solidaridad, no se puede justificar manchar las banderas de la izquierda de sangre. Los millones de muertos no se pueden olvidar.

La izquierda antimoderna, que sí se enamoró de dictadores, continúa del lado de dictadores. No me extraña. La izquierda ha logrado convertir lo políticamente correcto en una forma de censura política y nadie se atreve a moverse de la foto. Y si la foto es, yo soy de izquierdas, ahí en lugar de hacerte preguntas tienes todas las respuestas hechas.Te diré la verdad, yo siempre seré de izquierdas. Pero voy a atacar a la izquierda que traiciona la libertad en cualquier lugar del mundo.

Y no decir hoy en el mundo que Irán es un país fascista, que esclaviza a su gente, que paga terrorismo, que mata en Buenos Aires, o quién sabe en qué lugar. Que Arabia Saudí es una oligarquía fascista, que esclaviza a sus mujeres. Que el Islam está en manos totalitarias en casi su totalidad y que eso es un problema para el mundo. Eso lo voy a decir en nombre de la izquierda.

Y la izquierda que sale a la calle con banderitas de Hezbolá y de Irán que se vaya a vivir a Irán, y van a ver lo que significa la disidencia, el pensamiento crítico, la falta de libertad de expresión, la muerte, la falta de derechos y libertades. No es un problema de culturas, es un problema de Derechos Humanos, civiles, de libertad y de democracia.

No hay dictaduras malas y buenas. No se puede tener doble moral. Si estuve en contra de las dictaduras de Pinochet, de la de Uruguay, de las de América Latina, estoy en contra de la dictadura de Castro. Estoy en contra de las dictaduras islámicas. No se puede tener doble moral. No se puede ser inmoral.

--El conflicto en Medio Oriente es constante, más allá de las escaladas puntuales como la de hoy. ¿Tiene solución?

--El conflicto nunca tuvo visos de acabarse. Entre otras cosas porque existe un país como Israel que intentó todos los caminos. Hubo momentos de políticos duros y suaves. Hubo halcones y palomas, Rabin y Netanyahu, hubo Camp David y acuerdos de Oslo. Y en el otro lado lo que había siempre era ganar tiempo, prepararse para la guerra y no firmar nunca ningún acuerdo.

Evidentemente en todo conflicto hay responsabilidades compartidas, lo que sí es cierto es que la responsabilidad de no haber conseguido ni un atisbo de esperanza es palestina.

--¿En qué se equivocaron los palestinos? ¿Cuál fue el papel de Arafat?

--Palestina se ha equivocado siempre al escoger a sus interlocutores. Arafat fue un desastre. Fue un tipo violento, corrupto y que nunca quiso ser un estadista. Nunca quiso gestionar un Estado, quiso gestionar una épica y se cargó todas las esperanzas de paz.

--¿Cuál es tu opinión del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas?

--Tuvimos un momento de esperanza con Mahmud Abbas. Creo que es el hombre más importante que ha tenido Palestina, aunque no lo sepa. Es el hombre que mira más lejos, defendiendo a su pueblo, pero desde una perspectiva democrática. Pero Abbas ha llegado de la manito de Hamas. Y Hamas es un desastre...

--E Israel...

--Israel es una democracia, con todas sus dificultades, que lleva cincuenta años luchando por la supervivencia, y que está rodeada por países miembros de la ONU que financian grupos terroristas para destruirlo. Hablamos de millones de dólares anuales, que se dedican no a gestionar generaciones para que se entiendan, para la paz, la cultura, el desarrollo, la sanidad, sino para el terrorismo islámico. Por eso creo que lo sorprendente es que Israel aún viva, que exista. Tiene un Ejército poderoso, tiene armas nucleares disuasorias, pero delante tiene cientos de miles que están dispuestos a matarlos. Y eso qué país y a qué costo se puede aguantar.Ahora ha habido otra guerrita y va a haber más. Esta tregua no durará mucho y eso lo sabe quien conozca esa zona.

--¿Qué tendría que pasar para que la tregua fuera definitiva, para lograr una camino hacia la paz?

--Este ciclo terminaría si mañana el mundo le dijera a Irán ni un dólar más para la guerra. Si le dijera, tú no vuelves a intervenir contra otro país. Pero la ONU no sirve para nada, Koffi Annan va de paseo, Europa está en sus cosas con sus negocios e intereses, en América Latina la izquierda se vuelve loca y sale a gritar viva Irán. Y yo me pregunto, quién va a parar a Irán a Siria, quién va parar la ideología totalitaria y fascista que está secuestrando el alma islámica y matando gente en el mundo.Esta no es la guerra de Israel con Palestina. Es la guerra con Irán, Siria y con un montón de oligarcas del petróleo que financian al terrorismo. Yo te aseguro que el gran problema del mundo no es Israel y Palestina, eso es una excusa. El problema del mundo es el totalitarismo islámico.

--En Europa cómo se ve este problema, teniendo en cuenta que son los vecinos más próximos del Medio Oriente...

--Este peligro lleva los siguientes números de muertos: más de 100 en Buenos Aires, 200 en Nairobi, 4.000 en Nueva York, 200 en Madrid, 50 en Londres, 500 en Beslan, 400 en Bali, 500 en Bombay, y ni te cuento los que llevan en Israel, los que murieron en Turquía, en Irak mientras que hacen una fila para conseguir un trabajo. Pensar que esto es una amenaza es una tontería, esto es una realidad.

Hace pocos días se ha abortado un atentado que podría haber causado otra masacre. Los británicos dijeron ­y son muy precisos en el lenguaje-- un número inimaginable de víctimas. Hablaban de aviones que iban a estallar sobre ciudades. Claro algunos dicen es una película americana. ¿Y los atentados de Nueva York? Sabes que las autoridades españolas han detenido a más de 80 islamistas que querían atentar en España, y eso que Zapatero es de los buenos, es amigo de los árabes. Cuidado, creer que el tema se resuelve siendo conciliador con las tiranías es igual que cuando Chamberlain fue con su paraguas a ver a Hitler, eran un poquito amigos, y luego vino lo que vino.En el mundo libre --cuando digo libre digo cualquier ciudadano del mundo que rece al Dios que rece, que coma lo que coma, me da igual que sea musulmán, judío, católico o que no sea nada--, el que está a favor de la vida y la libertad, tiene que estar preocupado de que en nombre de una ideología totalitaria matan a las personas que toman un tren, un autobús o un avión.

Esta locura tenemos que tomarla en serio. Qué pasa, Uruguay no está en el mapa. Bali estaba en el mapa, Beslan, Bombay también. Estamos todos en el mapa. La trinchera hoy es el mundo.

--¿Israel es la última frontera de Occidente?

--Yo no creo que estemos en una confrontación de civilizaciones. Yo conozco gentes fantásticas en el mundo musulmán que quieren vivir tranquilos. Esta locura no les gusta y los asusta. Pero sí es cierto que 1.300 millones de personas viviendo en dictadura no ayuda. Es decir, la frontera no es el mundo islámico, es la falta de libertad. Y ahí sí es cierto que Israel está en la trinchera última. Israel es un trozo de democracia en un mundo, que no por ser islámico, sino por vivir bajo dictaduras está haciendo la guerra. Y ciertamente el judío es el más occidental de todos.

Pero, cuando tú lees los textos de Al Qaeda, de los Hermanos Musulmanes, de chechenos e incluso de Hamas, te hablan un minuto del judío, luego te hablan de Occidente y de los Cruzados, y te hablan de recuperar AlAndaluz en su locura medieval. Esto no empieza ni termina en Israel.

Desde luego que muchos israelíes creen que están haciendo el trabajo sucio de Europa, en particular, y del mundo globalmente. Y no les falta parte de razón.

--La causa islámica ha tenido muchos aliados en Latinoamérica. Incluso el presidente venezolano Hugo Chávez, además de realizar duros discursos, retiró a su representante diplomático de Israel.

--La izquierda europea y los intelectuales se pueden equivocar en muchas cosas y yo he sido muy crítica con algunas de ellas, pero con Chávez nadie se ha equivocado. Algunos piensan en América Latina que Chávez es un estadista. Chávez es un payaso con petróleo y más clara no puedo ser.

A mí me repugna en nombre de la izquierda que yo creo, por la que lucharon y murieron mis antepasados --mi tío abuelo fue el primer condenado a muerte de Franco--, que personajes de poca categoría moral a quienes tipos como Gadafi le han dado un premio de Derechos Humanos, y que defienden tiranías como la iraní, digan que lo hacen en nombre de la izquierda. Qué vergüenza.

Yo puedo entender que algún país con problemas económicos, como Argentina diga lo siento me voy a dormir con el enemigo. Pero cuando uno se va a dormir con el enemigo no sabe cómo se despierta. Chávez es un problema. Por un lado la locura integrista aprieta las tuercas a la libertad y por la otra los populismos demagógicos hacen lo mismo en América.

Ustedes tienen en América Latina tipos de mucha más categoría política, moral y solidaria. No voy a dar nombres, pero la misma coalición que ustedes tienen gobernando Uruguay tiene mucha más categoría. Tiene mucha más categoría moral para hablar de los Derechos Humanos que este tipo.

Mire. Si algo me duele a mí es que Chávez hable de Bolívar.

Bolívar fue un hombre de una categoría intelectual, un gran masón, amigo de los intelectuales europeos, un libertador. Ese sí era un hombre de categoría. Da risa cuando personaje se compara.

Si hoy viene un hombre a su casa y le dice: tengo a mi mujer esclava, no le dejo tomar el coche, no puede casarse con quien quiere, no puede estudiar, no puede ser médico, no puede ser poeta, y además la puedo lapidar. Y te dice la televisión y los medios te censuran, no hay libertad de expresión, se persigue a los que opinan diferente, entre otras barbaridades. Si este tipo viene a tu casa tú piensas que está loco, pero claro, tiene petróleo y se convierte en el rey de Arabia Saudí. Eso mismo ocurre con Chávez. A Chávez no lo invitaríamos a tomar café, diríamos que este tipo tiene un problema. Pero tiene petróleo. El problema lo tenemos nosotros.

--Hay soluciones para el conflicto del Medio Oriente. El camino es el diálogo político con los sectores moderados del mundo musulmán...

--Yo no tengo la solución. Sólo me atrevo a verbalizar algunas cosas. Lo primero es que las grandes organizaciones musulmanas que viven en democracia tienen una responsabilidad muy seria. Yo apelo directamente a los musulmanes que viven en Uruguay, Argentina. en España, en Latinoamérica que salgan a la calle contra esta locura. Están matando en nombre de su gente. No puedo creer que estén a favor de esa locura. Están matando en nombre de su Dios. Tienen una gran responsabilidad moral.

Como dijo Luther King, el gran problema no es la maldad de los malos, sino el silencio de los buenos.

Por supuesto que hay que trabajar con las organizaciones islámicas que no sean integristas, yo no estoy en contra de los musulmanes, estoy en contra de los líderes religiosos que en nombre de Alá matan.

Hay que hablar con los países que intentan reformas serias. Turquía es muy importante. Marruecos, siendo una dictadura enormemente rica que tiene a su gente en la miseria, empieza a dar signos interesantes porque está preocupado. Hay que cuestionar en los organismos internacionales a las dictaduras de los petrodólares, porque no puede ser que esclavicen y maten impunemente, que lapiden a las mujeres, y no pase nada. Hay que ayudar a los intelectuales musulmanes que denuncian, hombres y mujeres que se juegan el pellejo, que viven amenazados de muerte y si esconden por decir soy musulmán y esto es una locura. Y hay que decir con toda claridad que cuando son gente de izquierda que defienden estas tiranías, son traidores. Y cuando son musulmanes traicionan al Islam de paz. Y cuando son países occidentales traicionan a su propia responsabilidad, y los hay, Venezuela por ejemplo.

http://www.pilarrahola.com/2_0/BLOG/vw_home.cfm?MODO=DETALL&NOTICIA=0000000356&IDIOMA=ESP&IDIOMA_ID=2

Las bombas ya explotaron ¿Y ahora?

Más un artículo tomado de http://www.porisrael.org/secciones/articulos/yahora.htm, publicado un día después del atentado terrorista en Madrid, el 11 de Marzo del 2004.

Mis condolencias a Pilar Rahola. Mis condolencias a todos los españoles de bien, por el durísimo trance que debieron pasar. Es más, mis condolencias a toda la humanidad “humana” por lo que ocurrió ayer en España, puesto que tal golpe, correctamente leído, confirma que no será el único ni el último del fanatismo fundamentalista, y... en cualquier lugar del planeta. Sin embargo y pese a que el sufrimiento los atafaga, hay españoles, con quienes desde luego también me conduelo, que deberían aprender la lección. Las bombas que ayer sacudieron a la península ibérica, son esa lección. Digámoslo de manera más simple: “no podemos acariciar a las fieras y después quejarnos de que éstas nos han mordido”. Cuando el sol acababa de salir en la mañana del 11 de marzo de 2004, en las cercanías de Madrid, los vagones de tres trenes explotaron por obra de atentados criminales y ya se cuentan 198 los muertos y 1400 los heridos, algunos de gravedad. Esta cifra catastrófica de cadáveres y mutilados ha conmovido a la humanidad y hoy, al día siguiente del asesinato masivo, gigantescas manifestaciones de millones de personas a lo largo y ancho del mundo, dan su pésame al pueblo herido. No corresponde otra cosa. Ahora bien, el sol sale cada día, 365 veces al año. Y hay otro país, por el que nadie hace multitudinarias concentraciones de apoyo cuando ocurre algo semejante, que los 365 días de cada año debe soportar embates terroristas similares a los ocurridos ayer en Madrid: Israel. Si tales ataques no tienen la envergadura de los de la víspera en España, se debe única y exclusivamente a la eficiencia de un pueblo que no se ha tomado este asunto a broma. Tanto es así, que sus servicios de seguridad detienen a diario cantidad de criminales con bombas atadas a sus cuerpos, que salen a matar a diestra y siniestra a quien sea y donde sea. Aunque, de vez en cuando alguno de esos asesinos consigue eludir el cerco y provoca una matanza entre la población. Para placer de muchos españoles y no españoles, que se solazan cuando los cadáveres son de descendientes del pueblo hebreo.

Dejemos por ahora a los otros y refirámonos especialmente a España, ya que es la nación más recientemente ultrajada. Cuando los cuerpos de las víctimas todavía no se han enfriado y los mil y pico de heridos se debaten entre la vida y la muerte, algunos de sus ciudadanos se hacen un espacio y atacan a quien por cantidad de bajas, los supera con amplitud. Con consternación he leído, en la sección Cartas de Lectores de varios diarios peninsulares, que continúan las diatribas contra el pueblo judío (aunque usando a Israel como blanco), sin solución de continuidad. Pese a que el dolor los lacera, tienen no obstante tiempo y ganas de establecer su particular diferenciación, donde los muertos y heridos propios son mártires de la barbarie y los israelíes merecedores de tal destino. En escritos donde abundan las faltas de ortografía, de pésima sintaxis, cuando no lindando con el anacoluto, hombres y mujeres españoles descargan su bronca contra los asesinos de su gente, pero cuidándose de aclarar la diferencia entre aquellos que los atacaron y lo que ellos llaman: “la resistencia palestina”. En esto tienen una especial fijación. En un movimiento de ignotos orígenes, aunque insuflado por una judeofobia atávica, se han convertido en defensores a ultranza de la Autoridad Nacional Palestina, sin importarles lo que ésta haga ni como la haga. Obstinados, siguen acariciando a las fieras y sin cuidarse la mano. Negándose a reconocer, pese al reguero de muertos de Madrid, que la fiera los ha mordido. Actitud compartida por su gobierno fascista, que en primera instancia aceptó y luego declinó, el ofrecimiento humanitario de Israel (harto experto en estas lides) para identificar a los muertos y socorrer a los heridos. Aunque en esto de atacar a Israel, por acción u omisión, los diarios españoles se llevaron las palmas. No hubo en estos periódicos, siquiera para disimular un poco su posición anti israelí, la más mínima bonhomía de publicar, aun mezcladas con las de cientos de gobernantes de todos los países del mundo, las condolencias que el Presidente de Israel Moshé Katzav les hizo llegar al falangista devenido en demócrata Aznar y al Rey Juan Carlos. Y lo más indignante, es que no les importa tenerla tampoco.

Con respecto al atentado, aun no se conocen sus autores. Por conveniencias políticas unos acusan a ETA y otros a AL QAEDA, aunque establecer quien haya sido puntualmente, por el peligro general que el hecho representa, carece de relevancia. Una u otra de estas organizaciones terroristas, en nada difieren de otras muchas que pululan en el orbe, sobre todo en el lado islámico. Porque pueden haber sido, en su realización directa, cualquiera de las dos, o ambas conjuntamente o caso contrario esta o aquella de las tantas existentes y cuya existencia se tolera o toleró en el pasado reciente. Conviene sí saber de donde proviene la enseñanza para cometer estos deleznables actos, cual gavilla les otorga logística y apoyo, y quienes les proveen los explosivos. Porque los fundadores de estos actos vandálicos, donde lo mismo da que muera Juan o Pedro, o ambos, son sin duda el Premio Nóbel de la Paz Yasser Arafat y sus organizaciones guerrilleras. Que tienen cantidad de campos de entrenamiento en África y Asia, con alguna cuña en Europa. Manejando astronómicas sumas de dinero aportadas por la espantada Europa, parte de las cuales corresponden al erario español, compran y fabrican armas para combatir contra Israel, pero que visto en una correcta dimensión, dadas las alianzas entre terroristas que se han tejido y tejen, alcanza dimensión mundial. Son lo mismo Tanzim, que el Ejército Rojo Japonés, iguales Las Brigadas de Mártires de Al Aqsa que la banda Baden Meinhof, asociadas ETA y la Jihad Islámica. En este aquelarre de rifles, bombas y misiles, de suicidas asesinos y asesinos a secas, todo da igual. Lo importante es que se han desbocado y es necesario, fundamental para la supervivencia del modo de vida democrático, eliminarlas y como sea.

Esto no se hará procediendo como hasta ahora y la muestra es lo sucedido en España. De nada sirve que envíen embajadas de apoyo a Arafat y sus asesinos, que hagan manifestaciones de apoyo a la “causa palestina” y contra la valla de seguridad que está erigiendo Israel. Salta a la vista que en cualquier momento, Arafat o alguno de sus socios, (las fieras) que están en todos lados, darán su zarpazo.

Un párrafo aparte para las “idiotas”, ¡perdón! (me extralimité y eso que siempre pienso que debo atenuar mis epítetos), quise decir: “imbéciles” damas ¿artistas? que fueron en cantidad de 100 a dar su sostén (ideológico, aunque si les hubiesen pedido el otro también se lo daban) a Arafat. Ser romántico está muy bien, soñar con un mundo mejor, mejor, pero ser estúpido y ciego tiene su precio. Y hoy que la muerte ha golpeado a la puerta de sus casas, deberían reexaminar su militancia y conocer con quien están lidiando. Porque mientras estas ignotas españolas cantaban loas al gran asesino, ladrón, corruptor y corrupto, terrorista y demás exquisiteces que lleva por apellido Arafat, quizá en algunas casas lindantes a donde ellas estaban, había gente abocada a fabricar las bombas que ayer estallaron en España.
Mario Linovesky
Bahia Blanca

La amnesia colectiva del mundo por Joseph Farah

"Puede que Yasser Arafat haya perdido algo de su influencia política personal últimamente, pero el movimiento político que él comenzó –el de exigir justicia para los árabes palestinos expulsados de sus hogares en 1948- sigue tan fuerte como siempre. Sólo hay un problema.
No existe ni la más mínima evidencia histórica que sugiera que los árabes fueron expulsados en números significativos y, por cierto, no por los judíos.

Sé que esto que digo será recibido con escepticismo, burlas y rechinar de dientes. Aún así, permítanme que apoye lo que digo. No lo haré con mis propias palabras, ni con las palabras de judíos o israelíes, sino con las palabras de árabes que estuvieron cerca de los acontecimientos de aquel tiempo.

“El hecho de que existan esos refugiados es consecuencia directa del acto de los Estados árabes de oponerse a la partición y al Estado judío. Los Estados árabes acordaron unánimemente esa política, por lo que deben aportar su parte a la solución del problema”. (Emile Ghoury, Secretario del Alto Comité Árabe Palestino, en una entrevista con el Telegraph de Beirut, 6 de septiembre de 1948).

“Los Estados árabes que instigaron a los árabes de Palestina para que dejaran sus casas temporariamente para dejar libre el camino a los ejércitos árabes de invasión, no cumplieron sus promesas de ayudar a esos refugiados”. (Diario jordano Falastin, 19 de febrero de 1949).

“¿Quiénes trajeron a los palestinos al Líbano como refugiados, que hoy sufren por la actitud maligna de diarios y líderes comunales, que no tienen ni honor ni conciencia? ¿Quién los trajo en situación tan penosa y sin un centavo, después de haber perdido el honor? Eso lo hicieron los Estados árabes, y el Líbano entre ellos”. (Semanario musulmán Kul-Shay, de Beirut, 19 de agosto de 1951).

“Llegó el 15 de mayo de 1948... Ese día, el muftí de Jerusalem llamó a los árabes de Palestina a que salieran del país, porque los ejércitos árabes estaban por entrar y luchar en su lugar”. (Diario Akhbar el Yom, de El Cairo, 12 de octubre de 1963).

“Los responsables de la huida y caída de las otras aldeas son nuestros dirigentes, debido a que diseminaron rumores exagerando de los crímenes judíos y los describieron como atrocidades con objeto de inflamar a los árabes... Esparciendo rumores de atrocidades judías, matanzas de mujeres y de niños, etc., instilaron miedo y terror en los corazones de los árabes de Palestina, hasta huyeron, dejando sus casas y propiedades al enemigo” . (Diario jordano Al Urdun, 9 de abril de 1953).

Podría seguir y seguir con esa historia olvidada, o deliberadamente oscurecida. Pero lo que citamos alcanza. No hubo ninguna conspiración judía para expulsar a los árabes de sus casas. En cambio, hay gran abundancia de registros históricos que muestran que los judíos rogaron a sus vecinos árabes para que se quedaran y vivieran en paz y armonía. Pero a pesar de las palabras claras y nada ambiguas de los observadores árabes de aquel tiempo, se reescribió la historia para convertir a los judíos en los malos de la película.

La verdad es que el 68% de los árabes palestinos que dejaron el país en 1948 –tal vez entre 300.000 y 400.000 de ellos- nunca vieron de cerca de un soldado israelí. Y, lo que es aún más importante, la historia revisada ha dejado libres de culpa a los culpables. Los Estados árabes que iniciaron las hostilidades nunca aceptaron responsabilidad, a pesar de su enorme riqueza y de la posibilidad que tenían, y tienen, de asimilar los refugiados en sus países, que en su mayoría están escasos de población. Y otros países nunca intentaron siquiera exigirles responsabilidad. Ya es bastante malo que los Estados árabes, con sus acciones, hayan creado una pequeña nación de refugiados; pero es aún peor el que hayan tenido éxito en culpar a los judíos por ese crimen internacional.

Por supuesto, esa cruel charada continúa hasta el día de hoy. Los países árabes perpetúan los sufrimientos de millones de árabes sólo por propósitos políticos. Son meros peones en la guerra para destruir a Israel. Al terminar la Segunda Guerra Mundial había en el mundo 100 millones de refugiados. El grupo de refugiados árabes palestinos es el único del mundo que no fue absorbido o integrado por los países de su propio pueblo. Desde aquel entonces, millones de refugiados judíos de varias partes del mundo han sido absorbidos por el pequeñísimo Estado de Israel. No tiene sentido esperar que ese mismo pequeñísimo Estado judío resuelva un problema de refugiados que no creó.

Joseph Farah
http://www.porisrael.org/secciones/articulos/amnesiacolectiva.htm

domingo, agosto 20, 2006

Entender lo inentendible por Andres Spokoiny

Los argentinos sufrimos décadas a causa de la fatídica frase “algo habrá hecho”. Siempre justificamos las peores opresiones, los más horrendos atropellos a las libertades culpando a las victimas. Aun cuando nosotros mismos sufríamos injusticias, tendemos a creer que “si alguien me pega, por algo será”.

Cuando miles de personas desaparecían y eran torturadas y asesinadas arbitrariamente, las conversaciones de café y las charlas con los taxistas sentenciaban: “y, en algo seguro que andaban”. Así, toleramos en silencio el genocidio más grande de nuestra historia y la dictadura más sangrienta en la historia de Latinoamérica. Y Hasta el día de hoy, seguimos culpando a las victimas.

Esa actitud debiera avergonzarnos como individuos y como sociedad, ya que es un intento cobarde de rehuir nuestras responsabilidades y nuestro deber de resistir a la violencia y a la opresión, culpando a aquellos que la sufren.

No obstante, luego del atentado a las torres gemelas los mismos coros cantan con renovada pasión. En una extraña alianza, pequeños fascistas de barrio y grandes intelectuales “progresistas” alzan sus voces para decir que “si bien no justifican el atentado” (frase fundamental, tal como “yo tengo amigos judíos”), la política exterior de EEUU es la culpable del odio del mundo contra ellos. “Al fin y al cabo, cantan a coro fachos baratos y escritores de izquierda, A Bin Laden lo formo Estados Unidos”. “Ellos que se quejan?, - dicen muchos con diferentes grados de articulación - , si son mas terroristas que ningún otro...”.

Se multiplican los discursos que tratan de “entender” al atentado como respuesta o consecuencia de la cruel política exterior americana. Políticos y periodistas llaman a la “neutralidad” argentina... como si la Argentina no hubiese sufrido la crueldad del terrorismo en carne propia. Como si pudiéramos ser neutrales después de haber sido blanco.

Una vez mas, culpamos a las victimas. A veces abiertamente, a veces con circunloquios y complicados racionalismos. A veces adrede, a veces sin intención.

Quien “entiende” al atentado lo justifica. Un ataque tan sangriento y horrendo, pensado para matar indiscriminadamente a miles de personas no tiene que ver ni con la política americana en medio oriente, ni con la opresión de Estados Unidos a Vietnam, ni con la injerencia capitalista en las economías emergentes. Solo responde a una cosa: Furia asesina irracional e intolerancia salvaje.

Además, ninguno de los “argumentos” para entender el atentado se sostiene. El predilecto de los fascistas de salón argentinos, que el atentado es respuesta a la situación generada por la intifada palestina, ignora que la sangrienta conspiración empezó hace mas de un año, cuando la intifada aun no había comenzado. Omite también, que el primer atentado a las torres gemelas en 1993, se produjo en pleno proceso de paz, mientras palestinos e israelíes cooperaban y construían juntos los tratados de Oslo. El omnipresente fantasma antisemita intenta también sugerir que de algún modo la política de Israel es culpable, re-editando la vieja frase de los Nazis, nunca del todo olvidada: “los judíos son nuestro infortunio”.

El razonamiento del cobarde es entendible. Si la victima tiene culpa, entonces él, supuestamente “inocente” esta al abrigo. Pobre! No sabe que el no esta al abrigo de nada, porque la violencia y el terrorismo son ciegos e irracionales por definición. Lo único que logra es ponerse mas en peligro, pues su razonamiento impide atacar el problema y castigar a los culpables.

Pero los políticos e intelectuales que culpan a la victima no merecen comprensión sino desprecio. Su discurso busca el rédito político fácil, el guiño demagógico, el rating amarillo, la postura “cool” de supuesto inconformista. Políticos que contribuyeron a afirmar la dependencia argentina ahora “entienden” el atentado como una reacción casi natural a la opresión americana.

Haciendo el juego del terrorismo

Nadie intenta justificar la política exterior americana. Es tan interesada y falta de escrúpulos como la de cualquier otro país. Tal vez peor, por la magnitud y la potencia del país del Norte. Pero instalar el debate sobre la política americana mientras 6000 cuerpos se pudren bajo los escombros es darle un rédito político impensado al terrorismo.

Desde la perspectiva de la mente maligna que ideó los atentados el éxito es rotundo y completo: mató a quien quería matar y nosotros lo premiamos instalando un debate que entiende y legitima sus motivaciones. Si, instalar el debate, en este momento es legitimar el atentado. Mas aun, incentiva futuros ataques, ya que envía un mensaje muy claro: quien quiera iniciar una discusión politica debe hacer un atentado y matar gente. Cuanta más gente mate, mayor y más profundo el debate que lograra. Si el atentado tenia como objetivo que EEUU cambie su política, entonces nosotros nos aliamos con los terroristas instando a EEUU a cambiar de política. Es triste y preocupante descubrir que, gracias a esta actitud, el mejor modo de hacerse escuchar es mediante la violencia. Así, mucha gente, aun con buenas intenciones, bate palmas al son de la musica dictada por los asesinos.

El terrorismo es irracional por definición. Solo busca matar y encontrara cualquier excusa para hacerlo. En este caso, ni siquiera hay demandas, no hay pedidos o reivindicaciones especificas. Solo hay sed de sangre y destrucción.

Hoy hay un único debate que tiene lugar: Como atrapar y llevar ante la justicia a los culpables de la masacre. Como cuidarse de futuros atentados y como luchar contra el terrorismo y todos aquellos que lo fomentan, financian y protegen.

Naturalmente, es necesario discutir sobre las causas profundas del terrorismo. En este caso, por ejemplo podemos debatir acerca de que situaciones propician un caldo de cultivo para la intolerancia y el odio. Podemos analizar quienes fomentan el terror y por que. Pero cuidado: debatir las causas no es entender ni justificar. En un ataque terrorista hay un solo culpable: El terrorista. Confundir victimas y perpetradores es justamente lo que los asesinos quieren. Un terrorista no es un “luchador por la liberación”, es un asesino. Él quiere hacernos creer, que la espada del combatiente es igual al cuchillo del carnicero, y nosotros lo ayudamos en su empresa.

Acaso esto significa que debemos validar ciegamente la política exterior americana? De ningún modo. Debemos seguir protestando contra aquello que nos parece injusto, pero no podemos mezclar los dos debates.

Una anécdota que involucra a David Ben Gurion lo ilustra claramente. Durante la segunda guerra mundial Israel se hallaba bajo dominio británico. Las leyes coloniales eran opresivas y crueles. Uno de los elementos más claros de esta opresión era que el país había sido cerrado a la inmigración judía mediante el infame “Libro Blanco”. El Libro Blanco condenaba a cientos de miles de judíos a morir en Europa al negarles una natural vía de escape hacia la Palestina Británica. Al mismo tiempo los ingleses combatían al nazismo y los judíos se alistaban en el ejercito británico para luchar contra Hitler. Le preguntaron al viejo estadista cual iba a ser su actitud. “Muy simple – respondió – lucharemos junto a los ingleses contra los Nazis como si no hubiera Libro Blanco, y lucharemos contra el Libro Blanco como si no hubiera guerra”.

Deschavar la hipocresía.

Ciertamente, acusar a 1000 millones de musulmanes de terroristas fundamentalistas es ridículo, cruel y condenable. Una distinción muy clara debe ser hecha entre los terroristas, que usan el Islam como excusa (podría ser cualquier otra) y una fe milenaria que aporta paz, consuelo y sentido a millones de personas.

Mientras la Europa Cristiana se iluminaba con las hogueras de la inquisición, los musulmanes creaban sociedades tolerantes y progresistas. El ejemplo de la España árabe es tal vez el mas claro. Mientras los Reyes Católicos de la península quemaban, expulsaban y mataban, los árabes defendían una sociedad plural y tolerante. Europa se reencontró con los autores griegos, por ejemplo, gracias a los árabes. El conocimiento científico moderno se nutre de textos traídos por árabes, traducidos por judíos y adoptados por cristianos.

La demonizacion de los árabes y del Islam es tan reprobable como el terrorismo. Es mas, juega en las manos del terrorismo, que intenta generar una falsa dicotomía entre Islam y Occidente.

Pero la actitud de los lideres árabes de hoy, tanto políticos como religiosos esta lejos de los meritos de sus nobles antecesores. Por cobardía, por intolerancia o por mezquino calculo político, la mayoría de los dirigentes árabes dan un guiño complaciente al terrorismo. Los palestinos tal vez sean el ejemplo más acabado de esto. Mientras derraman lagrimas de cocodrilo frente a los atentados, no hacen nada para impedir que los fundamentalistas en su seno actúen impunemente contra Israel. Los medios palestinos, los libros de texto con los que se forman las futuras generaciones son un vomito racista y antisemita. Los “hombres bomba” que matan inocentes en discotecas, autobuses y pizzerías son celebrados como héroes y reciben funerales de honor. Las escenas de jubilo que se vieron en las calles de Ramallah después del atentado (y cuyas filmaciones Arafat mando confiscar) no sorprenden: Son las mismas que se ven después que israelíes mueren en ataques de suicidas fundamentalistas. Confiscar las filmaciones fue el unico esfuerzo que la dirigencia palestina estuvo dispuesta a hacer. El verdadero desafio, que es educar para la tolerancia y dejar de usar el odio racial y religioso como arma política continua desatendido.

Si bien no muchos los promueven activamente, muy pocos clérigos desalientan a los suicidas. (A pesar de que el Coran prohíbe el suicidio y el asesinato). Contados con los dedos son quienes hablaron fuerte y claro contra las organizaciones fundamentalistas y los ataques contra civiles. En vez, imanes de mezquitas a través del medio oriente, llaman a la Jihad (guerra santa) contra Occidente e Israel.

Siria respalda, financia y entrena grupos terroristas. El Hezbolla, seriamente sospechado de vínculos con los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel en Argentina es armado por Irán y Siria y tolerado por el Líbano, en donde se convirtió en una fuerza política de primer orden. El Hamas, que luce sangrientos meritos tiene sus oficinas en Damasco, desde donde se coordinan atentados y ataques. Ramsee Yusef, uno de los terroristas que participo en el primer atentado a las torres gemelas era parte de una complicada red que involucraba tanto al Hamas, como a Irán y a Al-Qaeda, la red terrorista de Bin Laden.

El llamado a la Jihad no se detuvo después del atentado a las torres gemelas. Fue nuevamente emitido por el imán de la mezquita principal de El Cairo, una de las más importantes del mundo musulmán.

El monarca jordano, Abdullah, junto con algunos gobiernos árabes del Maghreb son honrosas excepciones que condenan sin bemoles y sin hesitación al terrorismo y a la intolerancia, resguardando así el honor propio y de sus naciones. Hosni Mubarak, por el contrario, líder del principal país árabe, navega aguas ambiguas intentando quedar bien parado con moderados y extremistas a la vez. El resultado es una política vaga y sin fuerza, cobarde y contradictoria.

Mientras tanto, las condenas a los atentados de muchos lideres árabes, laicos y religiosos, se relativizan con invectivas a la política exterior americana y a Israel. El director del diario árabe Al-Quds, frecuente invitado en CNN y BBC declara que “el horrible atentado es un llamado de atención para que EEUU revea su política exterior que aliena a los árabes”. Representantes de la OLP en Paris, declaraban, frente a periodistas que asentían con gravedad, que “hay que entender los atentados en el contexto de frustración de los arabes con la política exterior americana y la ‘ocupacion israeli’”. La logica de este razonamiento es aterradora: Cuanto más sangriento es el atentado, más muestra el nivel de frustración del asesino y su pueblo, y por lo tanto establece una responsabilidad agravada de la victima en su propio asesinato.

El imán de Buenos Aires, invitado frecuente de la TV argentina, llama “objetivos militares” a los mercados y restaurantes de Jerusalén, para luego decir que “al fin y al cabo los Talibanes son un invento americano”.

Los gobiernos europeos, por su parte, no están exentos de la hipocresía y la cobardía. No es demasiado temerario afirmar que el terrorismo abrevo de las complacientes aguas de la diplomacia europea. Por ingenuidad, calculo político y temor, los gobiernos de la Unión Europea nunca hicieron frente al terrorismo, aun cuando se ensañó en sus propios territorios. Francia, que como dijo el filosofo es tan fuerte en estética y tan débil en ética, sea tal vez el paradigma de esta actitud. La política gala fue la de “apaciguar” a los extremistas, ora con gestos políticos, ora con inversiones y en ciertas situaciones hasta con pagos en dinero. Aun cuando una corte alemana comprobó la participación del gobierno iraní en un atentado en las calles de Berlín, los gobiernos europeos continuaron con un “dialogo critico” con Teherán, mientras Francia invertía 1,000 millones de dólares en un oleoducto que cruzaría Irán.

En el conflicto árabe-israelí, Francia y otros países europeos, mas allá de las vanas condenas, avalaron y condonaron el terrorismo. La ayuda europea a la Autoridad Palestina es desviada con desfachatez hacia organizaciones militantes, sin que nadie proteste. La “ayuda educativa” de la Union Europea es usada para producir libros para niños que destacan los meritos de la Jihad. Sin duda, esa actitud fomentó el sentimiento de impunidad de los terroristas, que usan Europa como base de operaciones.

Cuando el Primer Ministro Lionel Jospin dijo que el Hezbolla era una organización terrorista, fue reprendido por el Palacio del Eliseo (que por otro lado no dijo nada cuando el mismo Jospin fue apedreado por militantes palestinos). Luego de los atentados en Nueva York el embajador Francés en Israel dice que “no son comparables los atentados contra civiles en Israel con lo que sucedió en EEUU”.

Ciertamente, los europeos creían ingenuamente que “apaciguando” a los terroristas, sus territorios o ciudadanos estarían a salvo de ataques y atentados. Razonamiento erróneo, cobarde e ingenuo. Paris fue centro de atentados de fundamentalistas argelinos y en el atentado a las torres gemelas murieron mas de 500 británicos. A modo de comparación, en la Guerra de las Malvinas cayeron 250 soldados ingleses. El ataque al World Trade Center fue, para los ingleses el más sangriento desde la segunda guerra mundial. No en vano los terroristas eligieron el Centro Mundial de Comercio. Así, matando a ciudadanos de mas de 60 países, se burlaron grotescamente de los europeos y su cobardía.

La política de “apaciguamiento” no es nueva. Se hizo tristemente celebre durante los años 30, cuando Franceses e Ingleses creían que “apaciguando” a Hitler lograrían tener paz. La idea era: “démosle a Hitler lo que quiere y se quedara tranquilo”. No quisieron ver que cuando alguien encarna al mal absoluto, no hay nada que pueda apaciguarlo o satisfacerlo. Así, Hitler recibió Checoslovaquia y Austria en bandeja de plata sin disparar un solo tiro. Las leyes de Nuremberg y los pogroms antisemitas fueron tomados como “excentricidades menores”. Naturalmente no se satisfizo, sino que se convenció de su superioridad frente a gobiernos pusilánimes y cobardes. Cuando Francia y Gran Bretaña se dieron cuenta de su error, ya era tarde. Lo mismo ahora.

Hay una lección que el mundo no aprendió: cuando un fanático toma por blanco a los judíos, jamás se detendrá en ellos. Los judíos serán siempre la primera victima, nunca la ultima.

Cuando el mundo ignoró o “entendió” los atentados fundamentalistas contra escuelas, autobuses, restaurantes o mercados en Israel, cuando se negó a condenar a gobiernos y lideres que apoyaban y financiaban el terror, estaba cayendo en el mismo error.

Los ataques contra la Embajada y la AMIA fueron ensayos. Pruebas que demostrarían la indiferencia y falta de reacción del mundo.

La conclusión es dolorosa. Si el mundo occidental hubiese reaccionado con energía frente a los atentados antisemitas y anti-israelíes, en vez de “entender” a los terroristas, posiblemente las redes extremistas hubiesen sido desbaratadas antes del sangriento martes 11 de Septiembre. Pero claro, mientras el fundamentalismo islámico actuaba contra los judíos, era problema de ellos, quienes, en cierta forma, “algo habían hecho”.

La eterna conspiración externa.

Y luego de los atentados resurgen las criticas a EEUU, quien, según esa bizarra coalición de fachos y seudo progresistas, es el culpable de la miseria y la pobreza en el mundo.

Es hora de desbaratar ese argumento que sirvió a las elites dirigentes del tercer mundo para justificar su corrupción y su incapacidad.

Si los países pobres viven en la miseria no es a causa de Estados Unidos, sino a causa de sus gobernantes corruptos e inútiles. Siempre es fácil culpar a otro por la propia desgracia. Mas aun, si eso nos libera de nuestra propia responsabilidad.

Tomemos el caso de Argentina. Nuestro país no esta en la miseria solo que por culpa de la codicia y la ineptitud de su clase dirigente y la indiferencia de su pueblo. Estados Unidos no despilfarro nuestras reservas de oro después de la segunda guerra mundial, lo hicimos solitos. Ningún factor externo nos obligó a no tener política productiva, a expulsar a nuestros científicos e intelectuales, a regalar nuestras empresas publicas. Australia fue colonia más tiempo que Argentina. Es igual de periférico. Es similar a la Argentina en clima, población y extensión (es ciertamente más pobre en recursos). Por que ellos se convirtieron en Primer Mundo y nosotros no? Acaso EEUU se ensañó especialmente contra la Argentina? Miembros de todos los partidos y de todas las fuerzas políticas, que cada cual en su tiempo, provocaron la ruina de nuestro pais, corren raudos a culpar de nuestra tragedia a algun factor externo. Los argentinos siempre preferimos imaginar maquiavélicas conspiraciones, creer en “campañas anti-argentinas”, antes de encarar los verdaderos problemas que nos atan al subdesarrollo.

Y el caso de los países árabes es aun más claro. No faltan quienes dicen que el fundamentalismo surge a causa de la pobreza en la que viven las masas árabes. Muchos van aun más lejos: si el culpable del fundamentalismo es la indigencia y EEUU es el causante de la miseria, entonces aquí esta la tan ansiada “explicación” del atentado.

Cuesta un poco sostener este argumento cuando el líder de la red terrorista es un billonario...

No obstante, aceptemos por un minuto esta suposición: Quién es el causante de la pobreza de las masas árabes?

Los países árabes no son pobres. Tienen riquezas incalculables. La renta petrolera alcanza trillones de dólares al año. Los ministros del petróleo, pueden decidir en un abrir y cerrar de ojos, una recesion mundial aumentando los precios del crudo, tal como ocurrió en 1973 y 1991.

Pero las rentas petroleras terminan en los bolsillos de unos pocos. Dictadores billonarios como las casas reales de los emiratos árabes o el mismo Bin Laden, que roban al pueblo árabe de los recursos que les pertenecen.

Estos príncipes petroleros no están nada en contra de que sus masas pauperizadas crean que EEUU, el gran Satán, es quien causa su miseria. Es mas, lo fomentan para ocultar su propia corrupción y su voracidad sin limites.

Al fin y al cabo, si gente como Bin Laden se preocuparía por la miseria de su pueblo no gastaría millones en entrenar a terroristas del mundo entero, sino en proyectos de desarrollo social y ayuda a los necesitados.

Otra vez: no se trata de justificar ciegamente la política americana, pero de llamar a las cosas por su nombre.

La neutralidad argentina

Tal vez la llamada “neutralidad” argentina durante la Segunda Guerra Mundial (que en realidad encubría un filo-nazismo) haya sido uno de los errores más garrafales en la política exterior de nuestro país en toda su historia, además de llenarnos de vergüenza por generaciones.

Otra vez, hay quienes repiten el llamado a la neutralidad.

En una lucha contra el mal absoluto (porque el terrorismo no es otra cosa que eso) no puede haber neutrales. Además, los terroristas ya se rieron de nuestra neutralidad. Nuestra supuesta imparcialidad no nos salvo de sufrir cientos de muertos. Que le digan a la madre de Adrián Barreiro, chiquito de 5 años asesinado en la AMIA por terroristas fundamentalistas, que la Argentina es neutral. Que le digan a los cientos de familiares que aun buscan justicia que para nuestro país es lo mismo un asesino que quien lucha contra el.
Es hora, por una vez en nuestra historia, de tomar la decisión correcta. Hora de no dejarnos llevar por discursillos fascistas, por supuestos progresistas cholulos o por políticos fracasados.

Es hora, aun por una vez, de tener coraje.

Andres Spokoiny
http://www.porisrael.org/secciones/articulos/inentendible.htm

Entrevista a Marek Halter

Marek Halter tiene una exitosa carrera como periodista y escritor en París. Además, es uno de los fundadores de SOS Racismo y ha desarrollado una amplia actividad política en las relaciones entre Oriente y Occidente.

«No supimos resolver el problema nacional palestino y ahora tenemos una guerra de religión»

TEXTO: JUAN PEDRO QUIÑONERO CORRESPONSAL EN PARÍS.

-Su nuevo libro está consagrado al personaje histórico de María, la madre de Jesús. Nada más actual, en el Líbano, en Oriente Próximo: las madres contemplando el sacrificio de los hijos.
-No me parece muy pertinente esa visión de la actualidad. En mi visión del personaje de María, ella no desea que su hijo sea sacrificado. Desde mi punto de vista, la muerte no puede salvar ni purificar nada. Para mi sensibilidad, lo esencial del personaje de Jesús es su noción del amor. Amor, incluso por el enemigo. David Ben Gurión, uno de los patriarcas del Estado de Israel, me dijo: «Para mí, Jesús es la figura más luminosa de la historia del judaísmo». Le respondí: «Para la mayoría de los cristianos, Jesús no fue judío». Y Ben Gurión insistió: «No se engañe. Todo los cristianos saben hoy que Jesús fue judío. Pero muchos olvidan que su madre también lo era».
-Para los cristianos, la noción del amor es indisociable del sacrificio: la disposición a morir por la salvación del prójimo.
-Los cristianos no siempre están dispuestos a morir por los otros. Ni los musulmanes tampoco. La noción de martirio sólo es propia a algunos grupos musulmanes chiíes, no a todos. Noción que no comparten ni los judíos ni los cristianos. Entre los primeros cristianos, capaces de dejarse devorar por los leones, sin luchar, en Roma, todavía perduraba la idea de morir en nombre de lo eterno. En la Edad Media, algunos judíos se dejaban matar cantando salmos.
-Sin embargo, en las guerras de Oriente Próximo las convicciones religiosas, la fe, la teología y el enfrentamiento religioso están muy presentes.
-Es cierto. En el origen de los conflictos actuales, las primeras batallas comenzaron como el enfrentamiento entre dos formas de nacionalismo, árabe, palestino, judío, israelí. Muchos dirigentes de Israel, incluso entre los que yo más he estimado, no supieron arreglar el problema de fondo. Hubo un momento en que ese problema era únicamente nacional. Cuando el problema palestino se convirtió en un problema religioso, con la llegada al poder de Hamás, todo cambió profundamente. En sus orígenes, Arafat hablaba de la revolución nacional. Hoy estamos en otra fase del conflicto, con muchas dimensiones religiosas. Había dos regímenes árabes laicos. Uno, el de Sadam Husein, lo destruyeron los americanos. En tiempos de Sadam, las minorías religiosas no estaban en guerra civil. Hoy viven en guerra civil religiosa. El otro régimen árabe laico es, hoy, el de Siria. Los occidentales cometimos muchos errores. Olvidamos que hay otras culturas y civilizaciones milenarias, budistas, hindúes, etc. Hoy somos dominantes. Pero hubo otras civilizaciones dominantes. Y desaparecieron. Hoy, puesto que no supimos arreglar el problema de fondo en el plan puramente nacional, puramente político, ahora debemos afrontar una guerra de religión. Y cuando la guerra se hace en nombre de Dios, no sé si hay solución. «Alá es más fuerte que el Eterno, el Señor o el Dios de los cristianos», se dicen algunos musulmanes. Tal es nuestra tragedia.
-Desde esa óptica, el problema original data de la toma del poder del ayatolá Jomeini, en Teherán, en 1979.
-Lleva usted totalmente razón. En su día, no comprendimos que estábamos asistiendo al nacimiento de una gran potencia regional, religiosa, Irán. Si yo fuese un hombre político, intentaría negociar con Teherán y con Damasco.
-¿Qué hablar o negociar con una jerarquía religiosa que está convencida de lo bien fundado de sus aspiraciones revolucionarias?
-Sus reservas son muy pertinentes... sin embargo, es imposible abandonar el diálogo. En cada religión, detrás de cada hombre de fe, hay un ser humano, con una conciencia. Recuerdo el caso de Filón de Alejandría, capaz de interpelar a Calígula, que era una suerte de Hitler de principios de nuestra era, presto a exterminar a los judíos alejandrinos. Filón lanzó una petición, se embarcó rumbo a Roma y fue capaz de presentarse ante Calígula, que había matado a sus padres, para defender su causa.
-Los europeos intentan negociar con Teherán. Pero hay muchos europeos que temen que los ayatolás iraníes, los islamistas radicales, sean hoy tan peligrosos como ayer lo fueron el nazismo o el comunismo soviético.
-Afrontamos los mismos riesgos, cómo negarlo. Pero los problemas no son siempre los mismos. Los fanáticos son siempre peligrosos. Yo he vivido bajo la bota de dos regímenes totalitarios, el nazismo y el comunismo ruso. Siendo niño, sufrí del terror de ambos totalitarismos. Muchos iraníes sufren hoy del mismo tipo de persecuciones. Estamos ante un enemigo totalitario, sin duda. Pero, en verdad, esa vocación totalitaria no es propia del islam: es propia de algunas concepciones del islam. Dicho esto, no hay que perder la fe en la palabra. En mi caso, incluso hubiese discutido con Hitler. Hitler hubiese preferido verme convertido en ceniza, como a tantos otros judíos. Pero si aceptaba el diálogo, algo estaba perdido para él: la palabra abre una posibilidad de confrontación en el terreno de la conciencia.
-Agnósticos, ateos, cristianos, judíos, aceptan el diálogo y la negociación, que no aceptan los islamistas, ni Teherán. Incluso hay musulmanes que tampoco aceptan la guerra de religión revolucionaria apoyada por Irán.
-Mire lo que pasa en Irak. Quinientos muertos en el Líbano es una tragedia espantosa. Pero en Irak hay casi tantos muertos por semana, durante meses y meses. Y, en muchos casos, se trata de una guerra de religión entre musulmanes. Y muchos de ellos tienen una visión apocalíptica, revolucionaria. Esperan el final de los tiempos, para que se haga justicia, que ellos se toman por su cuenta, matando e incendiado en nombre de su fe fanática. El presidente de Irán forma parte de tales creyentes y cada semana repite su llamamiento religioso por la destrucción de Israel. En ese terreno absoluto, lleva usted razón: ¿qué y con quién negociar..? Sin embargo, sigo pensando que todos somos hombres. Casi ayer mismo, el presidente de Irán se dirigía hacia Israel como lo hubiese hecho Hitler. Detrás del fanático, debemos buscar el hombre e intentar encontrar su punto débil, su humana fragilidad.
-Hay quienes piensan que esos llamamientos a la negociación solo favorecen las tentaciones y aspiraciones revolucionarias de Irán, que interpreta el deseo de negociar con un síntoma de debilidad. Y esa debilidad favoreció la implantación de Hizbolá en el sur del Líbano, desde donde ha bombardeado Israel.
-Lleva usted razón. E Irán se sirve de Hizbolá para comprobar hasta que punto es capaz de resistir el mundo libre. Y, efectivamente, si Israel y el mundo libre se someten, Teherán e Hizbolá irán más lejos. Irán y los chiíes representan la gran potencia regional de todo Oriente Próximo, donde se encuentran los pozos de petróleo. Arabia Saudí, Jordania, Egipto, todos tienen miedo. Y si todo ese mundo se convierte en una suerte de califato musulmán, chií, se terminará consumando el sueño totalitario de los ayatolás iraníes. Estoy escribiendo un artículo, el título ya lo tengo, «Sharón, despierta; Israel te necesita».
-¿Ariel Sharón?
-¡Sí! Sharón hizo muchas locuras. Pero terminó comprendiendo. Sharón terminó comprendiendo que la fuerza mayor es la sabiduría. La fuerza no es manifestación de la fuerza. La verdadera fuerza es la que no necesita mostrarse. Cuando es necesario hacer una demostración de fuerza es ya demasiado tarde. Israel, los generales de Israel, se retiraron del Líbano, pero luego dejaron que Hizbolá se fuese instalando. Algunos generales tendrán que responder de esa falta. Y las posiciones y armas de Hizbolá, facilitadas por Teherán, han amenazado la existencia de Israel, que ha dejado hacer. Hace unos días, hablé por teléfono con el ministro de la Defensa de Israel y le pedí que lanzase un llamamiento solemne dirigido al pueblo libanés, para afirmar que Israel no lucha contra el pueblo libanés. Israel lucha para liberarse de un enemigo que está destruyendo el Líbano y aspira a destruir Israel. Y el pueblo libanés quizá lo comprendiese. El pueblo del Líbano y el pueblo de Israel son víctimas del mismo enemigo, que aspira a destruirnos a todos. Es imprescindible aislar el origen último del mal, para combatirlo. Israel quizá ha perdido la primera batalla de la imagen. Las imágenes de la guerra hacen olvidar que, en verdad, esa tragedia es la consecuencia del deseo de asegurar la supervivencia de siete millones de israelíes, de muy distinta obediencia y religión. Hoy, es imposible abandonar el terreno a Hizbolá.
-¿Qué decir?, ¿qué hacer?
-Sigo pensando que el arma más fuerte es la palabra. Es lo único que queda.
-Primeros versículos del Evangelio de Juan.
-Efectivamente. Juan no se equivocaba. Pueden matarme. Pero lo dicho en mis libros quedará. En términos prácticos, algo es posible hablar con Siria. Aislados del mundo, los sirios caen en los brazos de los ayatolás iraníes. Es posible hablar con Damasco, para abrir nuevas perspectivas. Mal que bien, hay un barrio cristiano en Damasco, lo que es impensable en Teherán. Debiera hablarse y negociar con Siria, que está al alcance de los cañones de Israel. Esa negociación permitiría romper el cordón umbilical entre Damasco e Hizbolá. Después, es urgente abrir una brecha en la sociedad civil iraní. Persia es un país, una gran cultura: su sociedad civil espera el cambio. Los ayatolás no estará en el poder eternamente.
-¿Esa es una tarea para hombres o para mujeres?
-¡Para mujeres! La mujer, la madre, la hermana, juegan siempre un papel determinante. Entre los movimientos de liberación del islam, las mujeres están jugando un papel decisivo. En Francia, yo apoyo un movimiento que se llama «Ni putas ni sumisas». Son jóvenes musulmanas que aspiran a liberarse del totalitarismo de sus familias y sociedades. Esas jóvenes capaces de rebelarse contra los hermanos, contra los padres, para denunciar el fanatismo, están creando un gran movimiento. En las sociedades musulmanas, la liberación de la mujer está llamada a jugar un papel determinante. Ellas serán los motores del cambio, la gran esperanza contra el fanatismo.