lunes, agosto 21, 2006

La amnesia colectiva del mundo por Joseph Farah

"Puede que Yasser Arafat haya perdido algo de su influencia política personal últimamente, pero el movimiento político que él comenzó –el de exigir justicia para los árabes palestinos expulsados de sus hogares en 1948- sigue tan fuerte como siempre. Sólo hay un problema.
No existe ni la más mínima evidencia histórica que sugiera que los árabes fueron expulsados en números significativos y, por cierto, no por los judíos.

Sé que esto que digo será recibido con escepticismo, burlas y rechinar de dientes. Aún así, permítanme que apoye lo que digo. No lo haré con mis propias palabras, ni con las palabras de judíos o israelíes, sino con las palabras de árabes que estuvieron cerca de los acontecimientos de aquel tiempo.

“El hecho de que existan esos refugiados es consecuencia directa del acto de los Estados árabes de oponerse a la partición y al Estado judío. Los Estados árabes acordaron unánimemente esa política, por lo que deben aportar su parte a la solución del problema”. (Emile Ghoury, Secretario del Alto Comité Árabe Palestino, en una entrevista con el Telegraph de Beirut, 6 de septiembre de 1948).

“Los Estados árabes que instigaron a los árabes de Palestina para que dejaran sus casas temporariamente para dejar libre el camino a los ejércitos árabes de invasión, no cumplieron sus promesas de ayudar a esos refugiados”. (Diario jordano Falastin, 19 de febrero de 1949).

“¿Quiénes trajeron a los palestinos al Líbano como refugiados, que hoy sufren por la actitud maligna de diarios y líderes comunales, que no tienen ni honor ni conciencia? ¿Quién los trajo en situación tan penosa y sin un centavo, después de haber perdido el honor? Eso lo hicieron los Estados árabes, y el Líbano entre ellos”. (Semanario musulmán Kul-Shay, de Beirut, 19 de agosto de 1951).

“Llegó el 15 de mayo de 1948... Ese día, el muftí de Jerusalem llamó a los árabes de Palestina a que salieran del país, porque los ejércitos árabes estaban por entrar y luchar en su lugar”. (Diario Akhbar el Yom, de El Cairo, 12 de octubre de 1963).

“Los responsables de la huida y caída de las otras aldeas son nuestros dirigentes, debido a que diseminaron rumores exagerando de los crímenes judíos y los describieron como atrocidades con objeto de inflamar a los árabes... Esparciendo rumores de atrocidades judías, matanzas de mujeres y de niños, etc., instilaron miedo y terror en los corazones de los árabes de Palestina, hasta huyeron, dejando sus casas y propiedades al enemigo” . (Diario jordano Al Urdun, 9 de abril de 1953).

Podría seguir y seguir con esa historia olvidada, o deliberadamente oscurecida. Pero lo que citamos alcanza. No hubo ninguna conspiración judía para expulsar a los árabes de sus casas. En cambio, hay gran abundancia de registros históricos que muestran que los judíos rogaron a sus vecinos árabes para que se quedaran y vivieran en paz y armonía. Pero a pesar de las palabras claras y nada ambiguas de los observadores árabes de aquel tiempo, se reescribió la historia para convertir a los judíos en los malos de la película.

La verdad es que el 68% de los árabes palestinos que dejaron el país en 1948 –tal vez entre 300.000 y 400.000 de ellos- nunca vieron de cerca de un soldado israelí. Y, lo que es aún más importante, la historia revisada ha dejado libres de culpa a los culpables. Los Estados árabes que iniciaron las hostilidades nunca aceptaron responsabilidad, a pesar de su enorme riqueza y de la posibilidad que tenían, y tienen, de asimilar los refugiados en sus países, que en su mayoría están escasos de población. Y otros países nunca intentaron siquiera exigirles responsabilidad. Ya es bastante malo que los Estados árabes, con sus acciones, hayan creado una pequeña nación de refugiados; pero es aún peor el que hayan tenido éxito en culpar a los judíos por ese crimen internacional.

Por supuesto, esa cruel charada continúa hasta el día de hoy. Los países árabes perpetúan los sufrimientos de millones de árabes sólo por propósitos políticos. Son meros peones en la guerra para destruir a Israel. Al terminar la Segunda Guerra Mundial había en el mundo 100 millones de refugiados. El grupo de refugiados árabes palestinos es el único del mundo que no fue absorbido o integrado por los países de su propio pueblo. Desde aquel entonces, millones de refugiados judíos de varias partes del mundo han sido absorbidos por el pequeñísimo Estado de Israel. No tiene sentido esperar que ese mismo pequeñísimo Estado judío resuelva un problema de refugiados que no creó.

Joseph Farah
http://www.porisrael.org/secciones/articulos/amnesiacolectiva.htm